La comunidad de propietarios de la Muralla Roja de Calp, el edificio privado más "instagrameado" de España, ha desvelado a través de un comunicado que ha difundido la Asociación Cultural y Ecologista de Calp (ACEC) que no ha autorizado la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) de esta obra icónica del arquitecto Ricardo Bofill. Afirman que ya notificaron por escrito al ayuntamiento el pasado 28 de abril que no daban permiso para que se iniciara el trámite para el BIC (también están incluidos en esa protección el Xanadú y el Club Social de la Manzanera, también diseñados por el arquitecto catalán). Denuncia que el consistorio no les ha contestado.

Lamentan "la absoluta falta de interés del ayuntamiento en informar y consensuar con los vecinos" el proceso iniciado para convertir en bien cultural la Muralla Roja. Afirman que se han convertido en "meros espectadores" de un proceso que supondrá "múltiples consecuencias en su vida diaria". De hecho, el BIC obliga a establecer un régimen de visitas. Y en la Muralla Roja son muy celosos de su privacidad y han colocado carteles para evitar que se cuelen curiosos e "influencers".

Carteles colgados por los vecinos

Los propietarios denuncian la "opacidad" del consistorio y aseguran que, desde que hace 6 años se inició la tramitación del BIC, nadie se ha reunido con ellos. Recuerdan que antes de la pandemia vivían "un absoluto tormento con la visita masiva de turistas al edificio, provocando situaciones de inseguridad y de total falta de privacidad".

La comunidad de propietarios ya avisa de que se reserva el derecho de ejercer acciones legales para defender los intereses de los dueños de los apartamentos de la icónica Muralla Roja.