A puñetazo limpio. Un acusado de estafa provocó ayer un boquete en una pared de la Audiencia Provincial de Alicante de un golpe mientras su abogada trataba de negociar un acuerdo con la Fiscalía. El procesado no estaba conforme con admitir su culpabilidad, a pesar de que la rebaja ofrecida era de los seis años de cárcel que pedía inicialmente a solo un año de prisión. En el banquillo se sentaban dos personas, a las que se acusaba de apropiarse cerca de 265.000 euros de la recaudación de un restaurante de Dénia entre junio de 2015 y noviembre de 2017.

Mientras que uno de los acusados estaba dispuesto a cerrar el acuerdo, el segundo no quería ni oír hablar del asunto. Los nervios y la tensión se palpaba en los pasillos de la Audiencia, mientras las partes negociaban a contrarreloj antes de que comenzara la vista oral. «Yo no he hecho nada, ¿tú estás de acuerdo con esto?», le espetaba a su compañero de banquillo, mientras iba de un lado a otro nerviosamente.

De pronto, propinó un puñetazo en un tabique de pladur, dejando un agujero en la pared, con un estruendo que dejó petrificados a todas las partes que seguían buscando el acuerdo. Inmediatamente subió una pareja de la Guardia Civil para evitar nuevos episodios violentos. Ya en sala, el hombre aceptó el acuerdo y pidió disculpas al tribunal, alegando que había sido un momento de ofuscación. El tribunal le avisó de que le harían llegar los costes de la reparación.

Los dos acusados ya han pagado 50.000 euros del dinero desaparecido y deberán pagar otros 30.000 cada uno en el plazo de tres años si no quieren ingresar en prisión para cumplir la pena.