La Guardia Civil de Alicante investiga si un empresario polaco de 38 años desaparecido hace tres meses en la Marina ha sido asesinado. Así lo confirmaron ayer a este diario fuentes de toda solvencia, que agregaron que una de las hipótesis que se barajan es si ha sido víctima de alguna banda de narcotraficantes, en concreto, de las que se dedican al cultivo industrial de marihuana en distintos puntos de la Comunidad Valenciana para abastecer los mercados de Polonia y los países bálticos, principalmente.

En principio, Marek M. R. viajó desde su ciudad natal en Polonia, ubicada al sur del país, a finales de octubre con la intención de abrir un negocio en la Marina Alta. El empresario viajó el 9 de octubre en un vuelo de Ryanair desde el aeropuerto de Modlin, en la capital polaca, hasta Madrid. Allí alquiló un Opel Mokka a nombre de otra persona con el que viajó hasta Alicante y que debía haber devuelto el 4 de noviembre.

A través de un conocido portal inmobiliario alquiló un chalé en una urbanización de Pego considerada de alto standing, donde pagó todo un año por adelantado. Firmó el contrato de alquiler con la dueña el 30 de octubre y su rastro se pierde el 10 de noviembre, después de una llamada realizada desde su teléfono móvil y que las antenas sitúan a 10 minutos de la mansión arrendada.

Desde que su familia denunció su desaparición en Polonia, la Guardia Civil ya ha realizado dos intensas inspecciones en el chalé. Los datos extraídos son inquietantes: pese a que la casa estaba en perfectas condiciones, los agentes han averiguado que alguien pintó las paredes, hizo desaparecer muebles y cambió el parqué del suelo. Algo extraño, ya que la vivienda estaba reformada de solo seis meses antes.

Limpieza profunda en el chalé

Los agentes del laboratorio de Criminalística de la Comandancia de Alicante han concluido que el escenario fue sometido a una intensa limpieza con productos altamente higienizantes, lo que, unido a que no hay ni rastro de Marek, ha acrecentado las sospechas de que podría haber sido asesinado.

La Guardia Civil ya ha tomado declaración a un amigo de Marek afincado en Madrid, con quien al parecer se había reunido tras su llegada a España y antes de tomar rumbo hacia la costa alicantina. Además, los investigadores han rastreado la señal del móvil del empresario para tratar de conocer sus movimientos.