La reserva natural del Cabo de San Antonio, situada en el límite entre las localidades de Xàbia y Dénia, al norte de la provincia de Alicante, acoge uno de los lugares preferidos por los excursionistas cuando empiezan el sol y el buen tiempo. 

Esta cueva excavada al pie de los acantilados se encuentra abierta al mar Mediterráneo, completamente rodeada por un agua que entra dentro de la propia cueva y baña algunas de sus galerías exteriores. Desde hace algunos años las aglomeraciones propias de los meses de verano han provocado que entre mediados de junio y finales de septiembre sea necesario concertar cita previa para la entrada a la “Cova Tallada” con un tiempo máximo de permanencia en su interior de una hora y media, por lo que se recomienda su visita a finales de la primavera cuando las temperaturas son buenas y todavía no hay demasiados turistas. 

Con la pandemia se ha limitado su entrada y se han extremado las medidas de prevención, siendo imprescindible el uso de mascarilla durante su visita. Así mismo el número de visitantes por tierra o por mar se limita a un máximo de 370 personas, divididas en distintas franjas horarias que hay que reservar previamente. 

La masificación turística en la Cova Tallada obligó a tomar medidas para restringir las visitas A.P.F.

El recorrido total de la cueva es de unos 400 metros con diversas salas y galerías, algunas de gran profundidad. En las zonas interiores es necesario utilizar linternas u otros medios de iluminación ante la escasa luminosidad.

Durante siglos fue utilizada como cantera de piedra tosca, una roca caliza típica del litoral alicantino que se extraía de su interior en grandes bloques y que constituye uno de los grandes patrimonios minerales de la Costa Blanca

Recomendaciones para los visitantes

La ruta de llegada hasta la cueva no es sencilla y está reservada para los aventureros más intrépidos. El camino presenta un terreno rocoso muy irregular y resbaladizo sobre todo en la parte de acceso a la cueva. Por ello se recomienda utilizar algún tipo de calzado especial de montaña y evitar la ruta en circunstancias climatológicas desfavorables. Una vez dentro de la cueva, además, el terreno es escarpado y existen caídas a distinto nivel, por lo que pueden ser zonas de especial precaución sobre todo para los niños.

No obstante, las espectaculares vistas de la ruta que bordea el mar hasta la cueva hacen la delicia de los valientes que se deciden por visitar este paraje. También es una zona habitual de deportes acuáticos durante la temporada estival, teniendo una entrada marítima por la que suelen entrar los excursionistas en kayak o paddle surf.. Estas rutas suelen partir de la costa de Dénia organizadas por compañías turísticas o por particulares y ofrecen una perspectiva diferente a la del camino terrestre. 

La claridad del agua de color casi cristalino hace de los alrededores de la cueva un espacio perfecto para el snorkel, pudiendo disfrutar de una gran variedad de peces y especies marítimas. Además se pueden encontrar espacios más tranquilos en los que tomar el sol y sentarse en las rocas para descansar y comer como en cualquier playa normal de la costa alicantina. 

Desde hace algunos años, la Cova Tallada se considera un paraje protegido por las regulaciones medioambientales así que es muy importante dejar la cueva limpia y evitar dejar en las rocas o en el mar cualquier tipo de residuo sin dejar de disfrutar de una de las experiencias más misteriosas y únicas en toda la provincia de Alicante.