Los artistas de la Edad Media, la edad oscura, dejaban destellos, audacias que ya las querría para sí el presente iluminado. Los templos románicos y góticos «esconden» (no tanto, que están bien a la vista) representaciones paganas y atrevidísimas. La iglesia fortaleza de Sant Bertomeu de Xàbia, de estilo gótico y levantada entre el siglo XIV y XVI, también oculta iconografías secretas. Ahora, al restaurarse la fachada de Sant Bertomeu, han salido a la luz los demonios de este gran monumento. Y lo de los demonios es literal. Cinco diablos se asoman burlones. Los muy observadores ya les han echado el ojo.

Más de un vecino se ha fijado en la escultura adosada del arranque de una de las arquivoltas. Es un ser achaparrado y orondo. Se adivinan sus afiladas orejas. Es un demonio tranquilo. Esos vecinos que se han fijado en esta figura esculpida en la tosca ya le han buscado un parecido razonable. Les recuerda a Yoda, el Jedi de la «Guerra de las Galaxias». Se da un aire, desde luego.

Buscarlo puede ser un aliciente para escrutar esta bella portada gótica de arco conopial adornado con pétreas hojas de cardo y pináculos.

Los otros cuatro diablillos están en las aldabas. También se han restaurado ahora. Antes eran pura herrumbre. Al igual que con la escultura de tosca, su gesto estaba borrado por el paso del tiempo. Ahora esos demonios vuelven a sonreír burlones. El herrero tuvo, desde luego, una arranque socarrón. Los demonios del picaporte golpean la puerta (magnífica, de 1592) del templo sagrado.

La restauración ha modificado la escultura de Sant Bertomeu que domina el tímpano. Se le dibujado en relieve la aureola. Además, el santo llevaba antes en la mano un cuchillo de zinc. Ahora se ha sustituido por uno de pasta de piedra. A Sant Bertomeu se le representa con ese gran cuchillo en referencia a su martirio. Fue desollado vio y , por eso, es el patrón de los curtidores

Todavía no se ha realizado un estudio iconográfico en profundidad de las portadas de la iglesia gótica de Xàbia.

Una empresa local ha pagado la restauración de esta portada, que ha subido a unos 60.000 euros.