Va a ser un verano de mucho remar. Estos últimos fines de semana y también ayer, día de Sant Joan, la costa de acantilados de Xàbia era un hormiguear de kayaks. Está de moda descubrir el tramo litoral entre la cala de la Granadella y el Portitxol a paladas. El kayak es, de hecho, el mejor artefacto flotante para recorrer esta bellísima costa. Cientos de turistas participan en las excursiones guiadas que organizan las empresas de turismo activo que han ido surgiendo en los últimos años en la Marina Alta. Es un sector pujante. Estas firmas defienden que el kayak y el paddle surf son formas de navegar sostenibles y respetuosas con el frágil entorno. Y se disfruta tranquilamente del paisaje. Otra cosa bien distinta es la velocidad y el estrépito de las motos de agua que también, claro está, tienen su mercado.

El caso es que los fines de semana, antes de las 9 de la mañana, el varadero de la cala de la Granadella ya bulle de actividad. Las empresas preparan los kayaks. Llegan los clientes (cada vez más familias) que han contratado una de estas excursiones. Siempre les acompañan dos monitores, uno que abre la hilera de piraguas y otro que la cierra.

Furor de kayaks en la costa de acantilados de Xàbia.

Los excursionistas marinos salen de la cala y ponen rumbo norte. Hay paradas obligadas: En Caló, Ambolo, la Cova del Llop Marí y la Cova dels Òrguens. Ayer el mar era un espejo. Sin embargo, al doblar el Cap de la Nau, la cosa ya cambiaba. Había marejada.

Las cuevas marinas todavía no están balizadas (las boyas evitan que se cuelen embarcaciones a motor). Los remeros tienen que ir con tiento cuando pasan el estrecho de Ambolo y l’Illa del Portitxol. Es un lugar precioso. Pero pueden darse de bruces con una moto acuática o una embarcación.

El kayak hace furor. Eso es evidente. Es turismo sostenible. También está claro. Pero hay que evitar que estas embarcaciones lleguen en tropel a puntos sensibles de la costa. En la Cova Tallada, la dirección del Montgó ha pactado los cupos con las empresas. El máximo diario de turistas que pueden entrar por mar a esta gruta al día es de 112.