El kayak democratiza el mar y es turismo sostenible. Pero con medida. Este verano se ha desatado en la costa de la marina Alta el furor de remar. Triunfa el paddle surf, pero lo que vuelve de verdad locos a los turistas es el kayak. Empresas de fuera de la Marina Alta organizan viajes para que sus clientes descubran a paladas la costa de acantilados. Muchas de las excursiones salen de la cala de la Granadella de Xàbia, donde sobre las 9 horas el embarcadero está repleto de piraguas.

Y es inevitable que el boom de remar se traduzca en más percances. La costa de la Marina Alta no es una piscina. El estado del mar puede cambiar de forma súbita. Y también en un instante puede empezar a soplar el viento con fuerza. Y no es necesario que se produzca un fenómeno meteorológico extremo como el reventón térmico del domingo por la tarde, cuando la Cruz Roja de Dénia tuvo que sacar del agua a bañistas y aficionados al paddle surf a los que las rachas huracanadas arrastraban mar adentro.

La Cruz Roja de Xàbia pidió ayer a quienes hacen rutas a remo que antes de lanzarse al mar consulten la previsión de viento y oleaje. El llamamiento llega después de que la tarde del lunes los socorristas rescataran a dos turistas de 37 y 40 años que habían comenzado su día de kayak con el mar como un espejo. Salieron de la playa del Arenal. Al llegar al Portitxol y al Cap Negre, el mar cambió. Se vieron sorprendidos por un inesperado temporal. Los ocupantes de una moto acuática los vieron tan apurados que dieron la voz de alarma.

Los socorristas de la Cruz Roja acudieron con una embarcación de rescate y una moto acuática. Lo primero fue localizar -tarea ardua- a los dos piragüistas. Se habían metido en una pequeña cueva marina para escapar del fuerte oleaje. Dos socorristas llegaron a nada hasta ellos y les ayudaron a salir de esa grieta y alcanzar las embarcaciones de rescate. No sufrieron heridas, pero sí descubrieron cómo las gasta el mar.

Fuentes de Cruz Roja consultadas por este diario convinieron que este verano está siendo el de los rescates de kayaks. Precisaron que los días de viento están realizando una media de dos salvamentos de piragüistas que no pueden regresar a tierra empujados por las ráfagas y la corriente.