Que un modelo de negocio no acabe con un modelo de vida. Bajo esta premisa, el Ayuntamiento de Xàbia ha tratado de regular el impacto del turismo sobre el medio natural, sobre el marino. Así, en los últimos años se han realizado importantes avances, como la regulación de acceso a las calas, la protección de la posidonia mediante boyas de fondeo o el balizamiento de las cuevas marinas. También diferentes campañas de información y sensibilización y cambios de gran calado como la peatonalización del Muntanyar o la conversión del faro del Cap de Sant Antoni en centro de interpretación de la Reserva Marina. De esta manera Xàbia se ha convertido en un municipio pionero en la implementación de este tipo de medidas.

Pero la enorme presión de las últimas campañas turísticas ha hecho que sean insuficientes. Y ha puesto en riesgo el equilibrio natural de los enclaves más emblemáticos del municipio. Por ello, el alcalde, José Chulvi, ha solicitado una reunión urgente a la consellera de Transició Ecològica, Mireia Mollà. El objetivo es conseguir la implicación del Consell en las medidas de protección de espacios naturales, no solo mediante la regulación sino también a través de la dotación de recursos económicos, técnicos y humanos.

Tal como se indica en la carta remitida por José Chulvi a la consellera: “nuestra costa está sometida a una presión humana insostenible los meses de verano (…) y nuestros esfuerzos por proteger la pradera de posidonia son insuficientes”. Asimismo, señaló que, de seguir la misma tónica de fondeos descontrolados por parte de algunas embarcaciones “el daño puede ser irreversible. Estamos comprometiendo puntos de gran interés natural, la seguridad de los usuarios e, incluso, el trabajo de los marineros”.

Por otro lado, la colaboración del gobierno valenciano resulta imprescindible, tal como se apunta des del consistorio, para la elaboración de un Plan Integral para la Gestión Sostenible del Litoral y la Costa de Xàbia.

Para José Chulvi “es fundamental seguir ofreciendo calidad para el turismo y cuidar el motor económico de nuestro pueblo, del que viven miles de familias, pero sin que eso ponga en riesgo la continuidad del modelo de Xàbia y la calidad de vida de las personas que vivimos aquí durante todo el año”.