Darle al botón de parada de emergencia o subirse en ellas. La rampa mecánica de la calle Murillo de Calp ha sido estos días diana del vandalismo. Para algunos, esta costosa instalación se ha convertido en un "juego" con las consecuencias que eso puede tener sobre el mecanismo de la misma, pero además para la accesibilidad que ofrecen a los vecinos de la zona. El Ayuntamiento ya ha alertado sobre este asunto y el uso que se le está dando por parte de algunos grupos de jóvenes: "No es un juguete y existen cámaras de vigilancia en la zona".

La rampa mecánica de la calle Murillo comenzó a "rodar" en julio de este año dentro de un proyecto que remodeló la calle y y que se enmarcaba dentro de la Estrategia EDUSI "Revitaliza Calp" cofinanciados con fondos FEDER de la Unión Europea. Con ellas se quiso favorecer el tránsito peatonal por esta calle que da acceso al casco antiguo de Calp. Este proyecto, junto con el de la calle Benissa, tuvieron un presupuesto de 612.000 euros.

Pero en los últimos días la rampa mecánica no se ha utilizado solo para poder acceder a la parte alta de la calle, sino que, según ha informado el Ayuntamiento, se "ha detenido en varias ocasiones" al ser manipuladas "por parte de grupos de jóvenes". Es decir, se ha accionado el botón de parada de emergencia que suelen tener estas instalaciones para presionarlo en el caso de que se produzca un incidente. Además, según las fuentes consultadas, también se habría detectado que se han subido a ellas, entre otros actos calificados como "vandálicos".

Es por ello que el Ayuntamiento ha recordado que "la manipulación de la rampa de la calle Murillo bloquea el mecanismo y detiene el servicio"; o lo que es lo mismo, deja la rampa de funcionar y sin que pueda ser utilizada por los vecinos que cada día hacen uso de ella para poder acceder a la parte alta cargados con la compra o similar. El mantenimiento de la misma se hace por la empresa constructora en los próximos cinco años desde su instalación. Así, el consistorio ha recordado que "la rampa no es un juguete y existen cámaras de vigilancia en la zona" y ha rogado "un uso responsable de esta instalación".

La alcalde de Calp, Ana Sala, indicó a este diario que "los que cometen este tipo de vandalismo no son conscientes que hacen daño al mobiliario urbano y que luego se paga entre todos, ellos también". Así recordó que también se repitió esta situación con las primeras que se colocaron en la calle Alcalde Vicente Pastor , aunque allí cesaron al tiempo los incidentes.

Con todo, el Ayuntamiento por ahora ha alertado de la situación y ha recordado que "existen cámaras conectadas con la Policía Local" en la zona. Sala argumentó que "si continúan este tipo de actos, se podrán tomas otras medidas" que podrían pasar por identificar a los autores e, incluso, sancionarlos. "Pensamos que ahora es la novedad y esperemos que cesen este tipo de acciones", indicó la alcaldesa apelando a la responsabilidad y la necesidad de ser cívicos con el mobiliario urbano de la ciudad.

Esta rampa mecánica no es la única instalada en el municipio ya que existe la mencionada en la calle Alcalde Vicente Pastor que sirvió para salvar el desnivel de la vía. El Ayuntamiento de Calp ha proyectado una nueva rampa mecánica de este tipo en la avenida Masnou, un proyecto que cuenta con un presupuesto de cerca de 1 millón de euros y que se enmarca también dentro de la Estrategia EDUSI “Revitaliza Calp”. Así, el gobierno local ha renunciado a crear otra en la avenida Gabriel Miró.

Otros municipios con problemas similares

Calp no es el único municipio de la provincia de Alicante que se enfrenta a este tipo de actos vandálicos en el mobiliario urbano. Pero además, tampoco es el único que los ha tenido con las rampas mecánicas instaladas en las calles. La Vila Joiosa, en la Marina Baixa, también sufre este tipo de incidentes en las que tiene instaladas en el parque Censal.

De hecho, el vandalismo se ha "cebado" en numerosas ocasiones con estas instalaciones desde que se colocaron en febrero de 2008. Uno de los últimos incidentes importantes se produjo en julio de este año, en plena temporada turística, cuando en solo dos semanas se produjeron dos episodios de este tipo. En esa ocasión se repitió una práctica que ya se había dado: incrustar un balón en el mecanismo de las escaleras para romperlas.

Como ha ocurrido en Calp, también se han accionado en innumerables ocasiones los botones de parada de emergencia, se han roto los cristales o funcionado como pista de "skate. Desde abril hasta julio de 2022, el Ayuntamiento de la Vila Joiosa costeó más de 30.000 euros en reparaciones de las rampas mecánicas a razón de actos vandálicos. También se reforzó el sistema de cámaras de seguridad para actuar y poder identificar a los presuntos autores y cursar la oportuna denuncia contra ellos para que se hagan cargo del coste si así se dictamina.