Los ladrones de els Poblets camuflaron el ruido de la radial con los cohetes de las campanadas

«Lo que me quita el sueño es que haya ocho pistolas por ahí en manos de no sabemos quién, para hacer no saber qué», asegura el alcalde

La zona posterior del retén, por donde entraron los ladrones, permanece acordonada.

La zona posterior del retén, por donde entraron los ladrones, permanece acordonada. / INFORMACIÓN

Amparo Soria / Ignacio Cabanes

La pequeña localidad de els Poblets, en la Marina Alta, todavía no sale de su asombro por el robo de ocho pistolas y munición perpetrado la pasada Nochevieja en el propio retén de la Policía Local. Al parecer, los ladrones camuflaron el ruido de la radial con la que habrían roto la reja de la ventana por la que accedieron al interior de las dependencias policiales con el jaleo de las campanadas y el lanzamiento de los cohetes propios de las fiestas de esa noche. «Esta Nit de Cap de Any es van tirar molts cohets, no era normal», apunta el alcalde, José Luis Mas.

El alcalde de els Poblets considera que eran «ladrones profesionales», entraron por un pequeño hueco y que una vez dentro tuvieron todo el tiempo del mundo para reventar el armero para llevarse las armas y la munición. «Estaba todo premeditado y sabían a lo que venían», remarca.

Resulta curioso que los ladrones solo se apoderaran de las armas y la munición cuando en el mismo habitáculo asaltado están las taquillas de los policías, donde hay cascos, sistemas de telecomunicaciones y linternas, material del cual podían haber sacado un buen rédito económico en el mercado negro.

«Lo que me quita el sueño es que haya ocho pistolas por ahí en manos de no sabemos quién, para hacer no saber qué», confiesa Mas, cuya prioridad es que las armas «aparezcan cuantos antes y el robo quedé en una anécdota».

El jefe de la Policía Local de els Poblets interrumpió sus vacaciones y acudió para interponer la pertinente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Xàbia. Como informó este periódico, los ladrones se apoderaron de ocho armas de fuego cortas, de 9 milímetros parabellum, así como 16 cargadores con 15 cartuchos cada uno.

Falta de medios

Los delincuentes se aprovecharon de que al tratarse de un municipio con una plantilla muy pequeña de policía, no hay servicio de policía local por la noche. Además, las instalaciones no cuentan con cámaras de videovigilancia ni alarma. «Esto ha sido un baño de realidad», reconoce el alcalde, que argumenta que el cuartel más próximo está en Vergel y tampoco tienen recursos. En la comarca de la Marina Alta muchos municipios de menos de 3.000 habitantes carecen de medios para cubrir estas necesidades en materia de seguridad ciudadana, advierte Mas.

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