Costas aprieta pero no ahoga: el deslinde definitivo de les Deveses de Dénia solo deja 26 casas en el dominio público

El ministerio ha aceptado la alegación del ayuntamiento y reduce de 100 a 20 metros la línea de protección desde el mar en los "suelos urbanos de facto"

Zona en regeneración dunar en la playa de les Deveses de Dénia.

Zona en regeneración dunar en la playa de les Deveses de Dénia. / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

El deslinde definitivo de la playa de les Deveses de Dénia (3,5 kilómetros lineales de costa) indulta la mayor parte de las construcciones de primera línea. La primera propuesta afectaba a 192 fincas. La final ha reducido muchísimo ese impacto en los chalés y urbanizaciones de la playa. El Ministerio para la Transición Ecológica aprieta pero no ahoga. Ha aceptado la mayor parte de las alegaciones. Ha movido la línea de protección. Al principio, la situó en 100 metros respecto a la orilla del mar. Ahora la servidumbre de protección es más flexible. En muchos tramos, se fija en solo 20 metros. Se mantienen los 100 metros cuando el dominio público linda con suelos rústicos sin consolidar en 1988, año en el que se aprobó la Ley de Costas. La línea es variable en tramos en los que no se tocan las casas (no se generan perjuicios indemnizables), pero sí se incluye en la servidumbre elementos comunes como jardines y piscinas.

El ministerio ha aceptado totalmente la alegación presentada por el Ayuntamiento de Dénia referente a que la línea debía estar en los 20 metros en "suelos urbanos consolidados de facto" en 1988.

De las 192 fincas afectadas, se ha pasado a 26 casas que quedan dentro del dominio público y otras (no llegan a 20) cuya parcela queda en parte afectada. Es, desde el punto de vista de los propietarios, un mal menor. Las viviendas que caen en la servidumbre de protección pasan a ser propiedad del Estado, pero los hasta ahora dueños pueden pedir una concesión por 30 años que, seguramente, podrán ir renovando. El ayuntamiento reclama que a estos propietarios se les indemnice de alguna manera, ya que se les está expropiando construcciones y terrenos que les han pertenecido.

El impacto del deslinde en la hiperurbanizada primera línea de les Deveses ha quedado muy atenuado. Costas, es decir, el Ministerio para la Transición Ecológica, aclara que la línea no se puede tirar en función de la reciente regeneración de esta costa (no había playa y se ha ganado un ancho de 50 metros). "Ni la regresión previa ni la posterior regeneración tienen efectos significativos en el resultado del procedimiento de deslinde", se aclara en la resolución publicada en el BOE en la que se anuncia la aprobación definitiva de una delimitación del dominio público marítimo terrestre que estaba pendiente desde hacía muchos años. De hecho, había expedientes de deslinde incoados en 1995 y que no se habán resuelto.

Fuerte presión urbanística

El urbanismo ha cambiado totalmente este litoral. Eso es un hecho. Los vaivenes en los planes generales de Dénia (todos anulados hasta que, por fin, se aprobó en mayo de 2023 el plan estructural, un documento que ha dado muchísima seguridad jurídica) no ayudaron a poner coto a la construcción en primera línea. Al contrario. La presión urbanística ha sido fuerte. La alteración ha devenido tan brutal que han desaparecido cordones dunares y la morfología de restinga y albufera que había tras la primera línea de playa (solo ha sobrevivido la Marjal de Pego-Oliva). Por tanto, que ahora el deslinde toque a unas 40 fincas es hasta milagroso. Las asociaciones de propietarios que se alzaron contra Costas casi se pueden dar con un canto en los dientes. La mayor parte de sus alegaciones se han aceptado. A quienes se les ha quedado la casa dentro del dominio público tienen un año para pedir la concesión. Y les queda también la vía de los tribunales. Pueden interponer un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional.

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