¿Por qué los jabalíes toman las calles en la Marina Alta?
La falta de depredadores naturales y de cultivos hacen que los animales busquen comida donde saben que hay personas lo que, unido a la cercanía de montañas como el Montgó a las urbanizaciones, favorece su cercanía

Alfons Padilla
Jabalíes en aparcamientos de supermercados o rebuscando en los contenedores de las urbanizaciones demasiado cerca de las casas. Estos ejemplares han tomado las calles de la Marina Alta lo que provoca la alerta entre los vecinos y que los ayuntamientos hayan comenzado a tomar medidas para frenar este asunto. Pero, ¿por qué se dejan ver tan cerca de las viviendas estos animales en la comarca? No existe una razón concreta sino que, según los expertos, se trataría de un cúmulo de circunstancias que han favorecido a que se llegue a esta situación. Y como consecuencia de todas, la sobrepoblación de esta especie.
Para empezar, los jabalíes se han quedado sin su depredador natural: el lobo. "Hace más de 150 años que no tenemos lobos", explicó a este diario Joan Sala, presidente de la Junta Rectora del Parque Natural del Montgó. Este animal es quien caza a la especie de cerdo que habita en los montes; pero además, las águilas son las que normalmente se alimentan de los rayones, es decir, los jabalíes más jóvenes. Pero ahora "no hay depredadores, ya no tienen un enemigo del que defenderse" por lo que campan a sus anchas y, además, se reproducen con facilidad. Así lo corrobora también el catedrático de Ecología de la Universidad de Alicante, Jaime Baeza: "Falta el depredador natural de esta especie".
Sala recordó que un estudio hecho sobre la población de jabalíes en el Montgó por parte de la Generalitat hace un año reveló, a través del estudio mediante cámaras, que existían entre 310 y 320 ejemplares en la zona. "No somos donde más hay pero sí hay muchos", alegó, porque en "la Marjal contabilizaron hasta más de 600". Aunque sí reconoce que hay una superpoblación actualmente en la Marina Alta.
Según el experto, las hembras pueden llegar a tener 6 u 8 pequeños ejemplares cada vez. Son las que se mueven en manada en grandes grupos de hasta 20 con una "matriarca" acompañada de más "familiares": "Cuando se ven atacadas o amenazadas defenderán a los más pequeños". Los machos se mueven solos o con menos compañía y también pueden actuar de la misma forma si se sienten acorralados.
Pero parece que cada vez pierden más el miedo; además, por pura supervivencia. Porque entre los factores que el experto alega que se dan la mano para favorecer la situación actual está también "que van a buscar comida, la que tienen más a mano y a ras de suelo". Así explicó que "la pandemia les permitió recuperar lo que se les había quitado antes", es decir, "la gente dejó de ir a sitios y ellos volvieron".

Jabalíes atrapados en una de las jaulas. / INFORMACIÓN
El abandono de los campos en zonas de interior es otra de las razones, indicó el catedrático de Ecología: "Es un problema generalizado y que afecta también a otras especies como las cabras o los ciervos en otras zonas de España". Al haber menos cultivos, "primero van a ir a esos, pero luego buscan más y bajarán de la montaña para encontrar y a ver dónde llegan. Exploran dónde tienen posibilidades".
"Las especies no son muy exigentes con el hábitat donde se mueven, hace que vayan donde tienen la comida más a mano", apuntó Sala. Y esto serían contenedores en las calles, en los exteriores de los supermercados... es decir, donde hay actividad humana. "La gente siempre colabora sin saberlo a que tengan más comida a mano", alegó el responsable del parque natural. Baeza añadió que "aprovechan cualquier espacio humano para alimentarse".
A ello se suma que montes como el Montgó son "periurbanos", o lo que es lo mismo, está situado a pocos metros de las primeras casas o urbanizaciones, lo que "hace más fácil que bajen enseguida a zonas donde hay más gente". Y, ¿qué pasa con el resto de especies que también han tomado las calles en la Marina Alta? Como ya publicó este diario, aves o culebras empiezan a ser habituales fuera del verano en zonas concurridas; incluso los zorros campan a sus anchas en carreteras. "Las especies se adaptan a la zona donde viven y la vida humana", aseguró Sala a este diario.
Las batidas para capturar ejemplares

Una batida de jabalíes en el Montgó en una imagen de archivo. / Alfons Padilla
Municipios como Dénia, Ondara o El Verger ya están realizando batidas e instalando trampas para capturar ejemplares y acabar con la superpoblación. Los expertos apuntan a estas medidas como parte de la solución. "La caza mayor ha ido a menos y hay que plantear otras soluciones como las batidas para frenar estos aumentos de población", indicó Baeza. Así "se debería planificar a diferentes niveles entre administraciones más medidas y más ampliar para permitir el manejo y gestión de estos animales", añadió. Además de concienciar a la población.
Sala apostó por "hacer un esfuerzo continuo" con esas batidas o las trampas para que la población de esta especie "vuelca a ser razonable", porque "introducir lobos no es una opción". En Dénia solo en tres días han capturado 72 jabalíes en tres meses que se suman a los 47 de El Verger y El Poblets en un mes. Calp será el siguiente en sumarse a las medidas.
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