Una piel que protege el edificio público más relevante de Xàbia, su biblioteca

El arquitecto José Moragues Puga revela cómo llegó a esa solución de envolver el centro cultural con una epidermis de metal que matiza los rayos del sol, atempera el interior y evoca las ondulaciones del mar

La biblioteca y esa segunda piel que la protege de la fuerte incidencia del sol

La biblioteca y esa segunda piel que la protege de la fuerte incidencia del sol / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Xàbia

La arquitectura no deja de ser una respuesta a la intemperie. Y los libros, ¿qué son los libros? Un refugio, eso seguro.

José Moragues Puga era un joven arquitecto cuando, en 2010, asumió un proyecto de enorme responsabilidad: diseñar la nueva biblioteca de su pueblo, la biblioteca de Duanes de la Mar de Xàbia. Entonces estaba enfrascado en la investigación de los materiales "inteligentes", materiales con "memoria" y que respondían de forma orgánica a los cambios de temperatura o a la incidencia del sol. Funcionaban como la pupila: regulaban la entrada de la luz.

Xàbia es un pueblo radiante, deslumbrante, de luz a raudales. Y una biblioteca es un espacio íntimo, de libros, estudio y lectura.

El arquitecto explica la solución de envolver la biblioteca en una segunda piel

El arquitecto explica la solución de envolver la biblioteca en una segunda piel / A. P. F.

El arquitecto, director de Singular Studio, revela que una de sus influencias fue el Instituto del Mundo Árabe, del genial arquitecto francés Jean Nouvel. La fachada cuenta con diafragmas mecánicos conectados a sensores fotosensibles que se abren y cierran para controlar la intensidad de luz. Brillante, pero tremendamente caro y complejo.

José Moragues debía encontrar una solución más sencilla. Y decidió cubrir el edificio con una segunda piel ondulante que suaviza el fulgor del sol y atempera el interior. Es de aluminio y evoca la oscilación del mar. También se inspira en las redes de pesca. Todos esos efectos eran buscados. La biblioteca está en el núcleo marinero de Xàbia.

El efecto interior de ese velo ondulante que cubre el edificio y matiza la luz

El efecto interior de ese velo ondulante que cubre el edificio y matiza la luz / A. P. F.

La segunda piel se ha revelado como un absoluto acierto. Hace 15 años ya había arquitectos que presentían que el cambio climático iba a revolucionar su oficio. Esta biblioteca es el edificio público más interesante que se ha construido en Xàbia en las últimas décadas. La tamizada luz interior estimula la concentración. El uso (muchísimos jóvenes estudiantes hincan aquí los codos) demuestra que esa atmósfera de sosiego y de iluminación natural es la ideal para una biblioteca pública.

La epidermis de metal ya traslucía la obsesión de José Moragues por explorar desde la arquitectura respuestas a las condiciones climáticas. Realizó el proyecto en 2010. La biblioteca se inauguró en 2013. En ese momento, no se hablaba de emergencia climática. Hoy la arquitectura no puede soslayar las cada vez más frecuentes olas de calor. De ahí que se imponga la investigación de materiales dúctiles y que ayudan a mitigar las temperaturas, y se tenga muy en cuenta la orientación, la ventilación, la eficiencia energética, la vegetación y las soluciones arquitectónicas (los tradicionales patios, por ejemplo) que refrescan las casas.

Sala de lectura y estudio de la Biblioteca Pública de Duanes de la Mar

Sala de lectura y estudio de la Biblioteca Pública de Duanes de la Mar / A. P. F.

Este profesional desvela estas claves en una conferencia que tiene lugar en la biblioteca de Duanes y que forma parte de un ciclo sobre arquitectura reciente organizado por el Colegio de Arquitectos de la Comunitat Valenciana.

Elige como "leitmotiv" de su charla los materiales. "Es el único agente tangible de la arquitectura. El espacio, la luz, las sensaciones son, en cambio, etéreos y subjetivos". Presenta, además, tres proyectos de viviendas en los que los materiales dominantes son el hormigón, la piedra natural o la madera. En uno de esos impresionantes chalés ("buscamos también el asombro, el efecto 'wow'"), utiliza el mármol y salta a la vista la influencia clara del Pabellón de Barcelona de Mies van der Rohe. José Moragues es un arquitecto perfeccionista y talentoso.

Este arquitecto y la vocal de la Marina Alta del Colegio de Arquitectos de Alicante, Josefa del Valle Cabrera, subrayan la importancia de que los profesionales conozcan las inquietudes y los proyectos de sus colegas. Eso es lo que persigue este ciclo. José Moragues le pasa el testigo a Ramón Riera, del estudio de Benissa Nomarq.

La responsabilidad social de la arquitectura

La arquitectura de la comarca también se abre a la sociedad. Esta disciplina tiene una gran carga social. Las respuestas a la intemperie es compleja. Deben atenerse al cambio climático, la sostenibilidad, la integración paisajística, el agotamiento del territorio e incluso la crisis de la vivienda. Los buenos arquitectos tienen los pies en el suelo.

De ahí que empezar esas conferencias con una biblioteca, con ese edificio trascendental de la cultura, sirva para reflexionar sobre la distopia que describió Brad Bradbury en "Fahenheit 451", la temperatura a la que arden los libros. El cambio climático y el menosprecio incendiario al saber y la cultura son hoy amenazas muy reales.

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