El año que termina ha dejado dos buenas noticias para la reducción de emisiones en España. Otras dos centrales térmicas alimentadas por carbón han dicho adiós: la de Los Barrios, en Cádiz, y la de Carboneras, en Almería. Esta última ha quedado desactivada hace pocos días, lo que supone cerrar una de las industrias más contaminantes de España.
Desde mediados de diciembre se está llevando a cabo el desmantelamiento de central de Carboneras. A través del Plan Futur-e la empresa propietaria, Endesa, quiere pasar de los combustibles fósiles como el carbón a energías renovables entra las que destacan la hidráulica y fotovoltaica.
La llamada técnicamente Central Térmica Litoral de Almería ha sido una de las principales responsables del cambio climático en España, al quemar carbón de manera ininterrumpida todos estos años y emitir una cantidad colosal de gases de efecto invernadero.
Según el PRTR (Registro Estatal de Emisiones, datos de 2018), las emisiones fueron de 1.250 toneladas de CO, 2.710 Tn. de NOx, 1.250 Tn. de CO, 3.040 Tn. de SOx, 34.000 kilos de arsénico, 50.000 de mercurio y 1.250 de compuestos orgánicos volátiles.
Ecologistas en Acción se ha congratulado por el cierre y ha afirmado que “los impactos a lo largo de años se han acumulado sobre la playa, que ha visto modificada su extensión desde la Punta de los Muertos hasta el puerto de Carboneras”.
Seis millones de toneladas de CO2 cada año
“El pasivo ambiental dejado por Endesa con su central térmica ha sido muy elevado: contaminación atmosférica, 6 millones de toneladas de CO2 anuales emitidas, degradación del suelo, destrucción de fito y bacterioplancton y de biomasa marina en tomas de agua, deterioro paisajístico y medioambiental y vertidos con temperaturas superiores a los 3 º C autorizados”, señala la organización en un comunicado.
La entidad considera que “es preciso por tanto que Endesa haga frente a sus responsabilidades por los daños infligidos por su central térmica, para lo cual el ayuntamiento de Carboneras debe iniciar el procedimiento de exigencia de responsabilidad medioambiental”.
El Anexo II de esta Ley especifica como medidas reparadoras las de “reparar, restaurar o reemplazar los recursos naturales dañados, o facilitar una alternativa equivalente a ellos”. “Por ello, hay que reclamar del Fondo estatal de reparación de daños medioambientales la provisión de financiación para estas medidas”, añade la entidad.
El proceso de desconexión de la térmica se inició por resolución de la Dirección General de Energía y Minas de 27 de septiembre pasado, a solicitud de Endesa, por su escasa rentabilidad a partir de la elevación de los pagos por emisión de CO2.
En Andalucía seguía habiendo tres centrales térmicas que utilizaban carbón: Carboneras (Almería), Los Barrios (Cádiz) y Puente Nuevo (Córdoba), todos ellas dentro de los planes del Instituto para la Transición Justa.
Precisamente, el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 31 de marzo publicó la autorización para el desmantelamiento parcial de la central de Los Barrios, con lo que continúa reduciéndose la presencia de este combustible altamente contaminante en nuestro país.
El cierre de las centrales térmicas de carbón en España es un proceso desarrollado desde inicios de los años 2010 cuya finalidad es el cierre de todas las instalaciones termoeléctricas alimentadas con carbón en España. El 1 de diciembre de 2011, existían en el país 21 infraestructuras de este tipo, 15 de las cuales permanecían el 1 de diciembre de 2018, cuya fecha límite de funcionamiento fue calculada para 2020. Tras la desconexión de siete centrales el 30 de junio de 2020 y la solicitud de cierre de otras cuatro, únicamente quedarían tres en funcionamiento.
Reactivación excepcional de As Pontes
Sin embargo, a finales de 2021, se produjo la reactivación temporal y excepcional de una central de carbón que ya había cerrado, la de As Pontes, en Galicia.
La central térmica de As Pontes, la de mayor potencia de toda España, vuelve a quemar carbón. Endesa inició hace unos diez días el “arranque excepcional” de su planta coruñesa, para la que tramita el cierre definitivo, debido a las “condiciones singulares” que se están dando en el mercado energético, informó La Opinión de La Coruña.
La compañía mantiene los planes de clausura —en línea con el mandato de descarbonización de la economía para reducir las emisiones de CO2— pero decidió reactivar la térmica de forma puntual ante la llegada del frío, que hace prever un incremento de la demanda de energía, y en un contexto de alza de los precios de la luz por la carestía del gas, el combustible que se está usando como respaldo (centrales de ciclo combinado) en lugar del carbón cuando la generación de fuentes renovables no es suficiente.
El director de la central pontesa, Ignacio Sainz, detalló a la Agencia Efe que el inicio de la operación se llevó a cabo “con uno de los grupos generadores” y, en todo caso, manifestó que este hecho “no cambia el compromiso con el cierre” de las centrales de carbón de Endesa.
