¿A quién no le ha salvado una cena una lata de conservas? ¿Quién no se ha deleitado con unos berberechos en lata? Pues Hogares sin Tóxicos, una entidad sin ánimo de lucro alerta de que esos envases de latón llevan también una sustancia que puede perjudicar la salud. En este sentido, la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha sacado a información pública un borrador de dictamen científico en el que recomienda rebajar el límite que se considera seguro del bisfenol A, una sustancia que ha sido asociada por la ciencia a infinidad de problemas de salud y que ha sido detectada en el organismo de la práctica totalidad de la población.

El borrador está abierto a consulta pública hasta el próximo 8 de febrero. El bisfenol A (BPA) está presente en muchos objetos de uso cotidiano, como el interior de las latas de conserva, y ha sido asociado a múltiples efectos negativos sobre la salud a muy bajas concentraciones.

Es una sustancia que, aparte de las latas de conserva, se halla presente en otros recipientes, envases y envoltorios habitualmente usados en la industria alimentaria.

Muchos productos contienen Bisfenol A Agencias

La comunidad científica lleva, según Hogar Sin Tóxicos, más de 20 años presentando estudios sobre los riesgos de esta sustancia. Parte de la industria ya está sustituyendo el bisfenol A de las latas por otras sustancias aún no debidamente evaluadas, que pueden ser también peligrosas y que probablemente también tarden décadas en evaluarse adecuadamente.

Propuesta una nueva reducción

En la propuesta actual del borrador de reevaluación del bisfenol A, el panel de expertos de la EFSA sobre materiales en contacto con alimentos recomienda establecer una ingesta diaria tolerable de esta sustancia tóxica de 0,04 nanogramos por kilogramo de peso corporal por día, cuando desde 2015 aseguraba que era seguro ingerir 4 microgramos por kilo y con anterioridad a esa fecha había defendido que eran seguros 50 microgramos por kilo.

Para Carlos de Prada, responsable de Hogar sin tóxicos, una entidad que desde 2013 lleva adelante una campaña para que se prohíba en España el bisfenol A en materiales en contacto con alimentos, "es algo realmente escandaloso que hasta ahora la EFSA haya estado sosteniendo que era supuestamente seguro exponerse a concentraciones 100.000 veces más altas de las que ahora nos dice”.

BPA Agencias

“Es más, si tomamos como referencia el límite que se había fijado con anterioridad al año 2015, tendremos que entonces la EFSA nos decía que era supuestamente seguro exponernos a concentraciones que son 1.250.000 veces superiores a lo que ahora nos dice, o sea, una barbaridad", añade.

Advertencias desde hace 20 años

El responsable de Hogar sin tóxicos subraya que "lo peor de todo es que la comunidad científica llevaba más de 20 años alertando acerca de los riesgos del bisfenol A sin que la EFSA hiciese caso de los centenares de investigaciones realizadas que mostraban que causaba efectos a muy bajas concentraciones, mientras que por el contrario prefería prestar más atención a unos pocos estudios escasamente fiables pero pagados por la propia industria y, por tanto, nacidos de un flagrante conflicto de interés".

La razón alegada por la EFSA para una reducción tan dramática de la concentración permitida es que dice que ha evaluado ahora estudios científicos publicados desde 2013 hasta 2018 en especial, según afirma, "aquellos que indican efectos adversos del BPA en el sistema inmunológico". Sin embargo, según se apunta desde Hogar sin tóxicos, "ya existía mucho antes una aplastante literatura científica sobre los más diversos efectos del BPA".

"Esta sustancia probablemente sea uno de los contaminantes hormonales más estudiados. Desde los años noventa la ciencia ha ido acumulando estudios que muestran que el BPA tiene efectos potencialmente dañinos sobre la reproducción, el desarrollo del cerebro, la salud de las glándulas mamarias y el metabolismo, entre otros.

También se sabe que estos efectos nocivos pueden ocurrir incluso con muy bajas concentraciones de esta sustancia, preocupando especialmente la exposición de mujeres embarazadas, ya que los efectos del BPA pueden ser mucho más severos en el caso de embriones o fetos en desarrollo", explica De Prada.

La postura de la EFSA

La EFSA, por su parte, defiende la inocuidad de la sustancia, al menos en las cantidades ahora permitidas. La exposición al bisfenol A "a los niveles actuales" no supone ningún riesgo para la salud de los consumidores. Esa es la conclusión a la que llegó Agencia Europea de Seguridad Alimentaria tras reevaluar en 2015 la toxicidad del polémico compuesto químico y pese a constatar que sigue habiendo "incertidumbres" sobre algunos de sus efectos.

Según sus datos, la exposición al bisfenol A (ya sea a través de la dieta, los cosméticos, los juguetes o el ambiente) es, hoy en día, muy inferior a los niveles de seguridad establecidos, por lo que no acarrea daños para las personas. Ni niños, adolescentes o ancianos corren peligro, remarca el organismo en un comunicado.

Envases susceptibles de tener BFA Agencias

En el informe, la EFSA indica que el bisfenol a altas dosis ("más de 100 veces la ingestia diaria tolerable") probablemente causa "efectos adversos en el riñón y el hígado", así como, según la evidencia científica, "alteraciones en las glándudas mamarias de los roedores". Asimismo, "pueden esperarse efectos sobre la fertilidad y el desarrollo a niveles de exposición 10.000 veces superiores" a los límites establecidos.

Además, el organismo europeo reconoce que siguen existiendo "dudas" acerca de los potenciales efectos adversos del bisfenol A sobre los sistemas inmune, metabólico, reproductor y del neurocomportamiento, así como sobre las glándulas mamarias, si bien asegura que estas incertidumbres han sido tenido en cuenta a la hora de elaborar sus estimaciones de exposición y riesgo.

El bisfenol A es empleado en la fabricación del policarbonato, aunque también puede añadirse a otros plásticos, y también se usa para producir resinas epoxi que pueden recubrir el interior de latas de alimentos y bebidas, de modo que estos pueden ser contaminados con pequeñas cantidades de la sustancia y pasar así al cuerpo humano.

La iniciativa Hogar sin tóxicos, dirigida por el periodista, escritor y divulgador ambiental Carlos de Prada, Premio Global 500 de la ONU y Premio Nacional de Medio Ambiente, tiene como objetivo denunciar situaciones de riesgo provocadas por las sustancias tóxicas presentes en los más diversos productos de uso cotidiano y proponer alternativas.

Web de la EFSA sobre el Bisfenol A: https://www.efsa.europa.eu/es/topics/topic/bisphenol

Web de Hogar sin Tóxicos sobre el Bisfenol A: https://www.hogarsintoxicos.org/es/propuesta-para-urgente-prohibicion-legal-bisfenol-cualquier-tipo-material-contacto-con-alimentos