El consumo de sopa de aleta de tiburón, así como otros preparados con este apéndice, muy populares en varios países, está diezmando las poblaciones de estos animales. Además, al cortarles la aleta y, a menudo, dejarlos vivos, se les somete a una lenta agonía.

Ahora, la iniciativa ciudadana europea ‘Stop Finning-Stop theTrade’ ha conseguido reunir un millón de firmas para poner fin al comercio de aleta de tiburón en la Unión Europea (UE), unos animales que son “esenciales en los ecosistemas marinos”.

En la UE “se siguen capturando tiburones de manera industrial” y “se generan grandes beneficios del comercio de sus aletas”, aseguran en una nota conjunta la ONG Stop Finning Deutschland e.V. y la organización internacional de conservación marina “Sea Shepherd Global”, que abogan por su “fin inmediato”.

Aleta cortada sosvox

Durante los últimos días ha surgido una “gran ola de apoyo a esta iniciativa”, que ha sido respaldada por “numerosas celebridades del mundo del deporte”, entre otros.

Ahora, la Comisión Europea (CE) “está obligada a reaccionar a la petición de ‘Stop Finning-Stop theTrade'”, aseguran.

Se trata, indican, de un “problema inmenso”, pues “cada año mueren millones de tiburones a manos de los humanos, a menudo solamente por sus aletas”.

“Tres países de la UE se encuentran entre los veinte que más tiburones capturan a nivel mundial, siendo España uno de ellos”, manifiestan.

Declive de las poblaciones

Las poblaciones de estos animales “tan importantes” para los océanos “están en declive”, ya que “se han reducido un 70 % en aguas profundas desde la década de 1970”.

Europa “comercia con ejemplares capturados mediante ‘finning’ (cercenamiento de las aletas de tiburón) en otros países”, precisan.

Además, “se desconoce si dichas aletas provienen de especies protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en ingles)”, por lo que, “si se prohibiera el comercio de aletas de tiburón en la UE mediante esta iniciativa, acabaríamos con la masacre innecesaria de tiburones”.

Tiburón capturado change.org

El portavoz de esta iniciativa ciudadana europea, Nils Kluger, ha asegurado que “es urgente que la UE actúe de una vez” y ha añadido: “ahora contamos con el fuerte apoyo de los ciudadanos para acabar con el comercio de aleta de tiburón en Europa”.

Respaldo internacional

Esta iniciativa ha sido respaldada en Alemania por el conocido biólogo marino y youtuber Robert Marc Lehmann; en Francia, el director de cine de naturaleza Hugo Clement, entre otros, ha defendido la causa, mientras que desde el mundo del deporte el tenista austriaco Dominic Thiem y el futbolista alemán Kai Havertz también la han apoyado.

En España, la actriz Toni Acosta o el galardonado actor, guionista y escritor Carlos Bardem también han mostrado en redes su apoyo al fin del comercio de aleta de tiburón.

Fuera de la UE, la iniciativa ha recibido muestras de defensa de, por ejemplo, la activista Ocean Ramsey o el actor Alec Baldwin.

Contenido en mercurio

Pero la sopa de aleta de tiburón, que solo es una de las finalidades a las que se destinan estos apéndices, aparte de no aportar beneficios nutricionales relevantes, puede ser dañina para el consumo humano, debido al alto contenido de mercurio que tiene la carne de tiburón. Así lo alertaba un estudio del Departamento de Química y Bioquímica de la Florida International University (FIU) en la que participó la investigadora española Laura García Barcia junto a otro experto, Demian Chapman.

En esta investigación se demostraba, tras analizar 267 muestras de aletas de tiburón de las nueve especies más comunes en los mercados de Hong Kong, que en todas ellas el contenido era entre seis y diez veces superior al límite fijado por el Centro Hongkonés para la Seguridad Alimentaria, que es de 0,5 partes por millón.

Tiburón Pinterest

El tiburón martillo es el que más mercurio concentra, con 55,52 partes por millón, mientras que la Agencia de Alimentación y Fármacos (FDA) de Estados Unidos considera peligroso el consumo de pescados y mariscos con más de 0,5 partes por millón de mercurio.

El elevado consumo de mercurio por el ser humano puede acarrear problemas en el sistema nervioso central y, si se ingiere frecuentemente durante el embarazo, existe el riesgo de que el niño o la niña nazca con un desarrollo cognitivo limitado.

La Florida International University calcula que en torno a cien millones de tiburones mueren cada año víctimas de la pesca legal, ilegal o accidental. Además, casi un tercio de las especies que se incluyen en el comercio de aletas de tiburón están en peligro de extinción.

Hay países en los que los pescadores realizan la terrible práctica del shark finning o aleteo del tiburón, que consiste en capturar al animal, cortarle las aletas y devolverlo al mar, donde acaban muriendo poco después tras una lenta agonía.

Esta forma de crueldad animal ha sido condenada por la Unión Europea y ha llevado a algunos restaurantes y estados norteamericanos a prohibir la sopa de aleta de tiburón en un país donde, si bien la pesca de los escualos está prohibida, no lo está su importación. Este vídeo resume algunos de los perjuicios de este popular plato culinario.

En el caso de España, es el segundo país que más tiburones pesca -solo superado por Indonesia- y un importante exportador de aletas, aunque según García lo hace respetando la ley, aprovechando el animal al completo. La carne se vende en España aunque las aletas se exportan a Hong Kong.