La humanidad viene cocinando con fuego desde hace milenios, pero puede que sea hora de cambiar, a la luz de los últimos descubrimientos. Un estudio dirigido por la Stanford University y que acaba de hacerse público revela que las fugas de metano de las cocinas de gas natural en los hogares de los EE UU representan un impacto climático comparable a las emisiones de dióxido de carbono de aproximadamente 500.000 automóviles de gasolina.

Este calentamiento adicional procedente de las fugas de metano en el hogar contribuye en aproximadamente un tercio al calentamiento por dióxido de carbono generado por la combustión del gas natural de la cocina y, además, puede exponer a los usuarios a contaminantes capaces de desencadenar enfermedades respiratorias.  El gas natural está compuesto en más de un 90% por metano.

El autor del estudio, haciendo comprobaciones phys.org

El descubrimiento, publicado en Environmental Science & Technology, se produce precisamente cuando los legisladores de numerosos municipios de EE UU y al menos un estado, Nueva York, evalúan prohibir las conexiones de gas natural en las nuevas construcciones.

"Sorprendentemente, hay muy pocas mediciones de la cantidad de gas natural que se escapa al aire desde el interior de las casas y los edificios a través de fugas y por la combustión incompleta de los electrodomésticos", indicó el autor principal del estudio, Eric Lebel, estudiante de posgrado en la Escuela de Ciencias de Stanford.

"Probablemente, esta sea la parte de las emisiones de gas natural que menos entendemos, y puede tener un gran impacto tanto en el clima como en la calidad del aire interior", añadió.

Un fenómeno hasta ahora ignorado

Aunque la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera es mucho mayor que la de metano, el potencial de calentamiento global que tiene el metano es aproximadamente 86 veces mayor que el del CO2 durante un período de 20 años y al menos 25 veces mayor un siglo después de su liberación a la atmósfera.

El metano también amenaza la calidad del aire al aumentar la concentración de ozono troposférico, cuya exposición causa aproximadamente un millón de muertes prematuras al año en todo el mundo debido a enfermedades respiratorias.

La concentración relativa de metano ha crecido más del doble de rápido que la del dióxido de carbono desde el comienzo de la Revolución Industrial, debido a las emisiones provocadas por el hombre.

Cocina de gas Agencias

Mientras que las fugas de gas natural en las tuberías han sido ampliamente estudiadas, no sucede lo mismo con los aparatos de cocina que queman gas natural, que han recibido comparativamente poca atención.

Más de un tercio de los hogares estadounidenses (más de 40 millones de hogares) cocinan con gas. A diferencia de otros aparatos de gas, como los calentadores de agua y otros que generalmente se colocan en lugares apartados de la vivienda, los aparatos de cocina exponen directamente a las personas a sus emisiones, que pueden incluir formaldehído, monóxido de carbono y óxidos nítricos, sustancias que pueden desencadenar asma, tos y dificultad para respirar, provocando ocasionalmente la hospitalización de los pacientes.

El uso de campanas extractoras y una ventilación adecuada ayudan a reducir las concentraciones de óxidos de nitrógeno y otros contaminantes producidos en el aire de la cocina; sin embargo, las encuestas muestran que, en promedio, los cocineros domésticos usan campanas extractoras para ventilar la cocina solo entre el 25 y el 40 por ciento del tiempo.

Hallazgos e implicaciones

Para comprender mejor los impactos potenciales en el clima y la salud de los aparatos de cocina, los investigadores midieron el metano y los óxidos de nitrógeno liberados en 53 hogares en California, no solo durante la combustión, el encendido y la extinción, sino también mientras el aparato estaba apagado, algo que la mayoría de los estudios anteriores no habían hecho. Su estudio incluyó 18 marcas de cocinas y estufas de gas que tenían entre 3 y 30 años de antigüedad.

Los aparatos que emitieron niveles más elevados fueron los fogones que se encienden con un sistema electrónico incorporado con piloto de luz. Las emisiones de metano producidas únicamente al encender y apagar un hornillo fueron en promedio equivalentes a la cantidad de metano emitido durante aproximadamente 10 minutos de cocción con el fogón. Curiosamente, los investigadores no encontraron ninguna relación entre la antigüedad o el coste de una cocina y sus emisiones.

Pero lo más sorprendente es que más de las tres cuartas partes de las emisiones de metano tuvieron lugar mientras las cocinas estaban apagadas, lo que sugiere que los accesorios de gas y las conexiones al hornillo y las líneas de gas en el hogar son responsables de la mayoría de las emisiones, independientemente de cuánto se use la cocina.

Fogones de gas natural Agencias

En general, los investigadores estimaron que las cocinas de gas natural emiten hasta un 1,3 por ciento del gas que utilizan sin quemar. Si bien la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de EE UU no informa sobre las emisiones de electrodomésticos de gas natural residenciales, sí lo hace sobre las emisiones de metano de los electrodomésticos residenciales de manera colectiva. Solo de las cocinas, los investigadores estimaron que las emisiones totales de metano son sustancialmente mayores que las emisiones actualmente registradas por la EPA para todas las fuentes residenciales de metano.

Las cocinas más grandes tendían a emitir tasas más altas de óxidos nítricos, por ejemplo. Usando la estimación de emisiones de óxidos de nitrógeno, los investigadores encontraron que las personas que no usan las campanas extractoras o que tienen poca ventilación pueden superar los niveles de exposición al nitrógeno fijados por la EPA al aire libre (no hay estándares para interiores) al cabo de un pocos minutos de uso de la cocina, particularmente en dependencias pequeñas.

"No quiero respirar más óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono o formaldehído", señaló el autor principal del estudio, Rob Jackson, profesor provostial de Michelle y Kevin Douglas y profesor de ciencia del sistema terrestre.

"¿Por qué no reducir el riesgo por completo? Cambiar a estufas eléctricas reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire interior", concluyó.

Artículo de referencia: https://phys.org/news/2022-01-scientists-climate-health-impacts-natural.html