Los productos de limpieza (friegasuelos, quitagrasas, friegaplatos…) son siempre líquidos más o menos consistentes que se venden en envases de plástico. Al cabo del año, los hogares españoles generan miles de toneladas de estos residuos que, pese a todo, solo se reciclan en una pequeña parte. El resto, o bien se incinera generando gases de efecto invernadero o se abandonan directamente en el medio natural. Sin embargo, la llegada de una línea de productos de limpieza en pastillas puede ahorrar muchos problemas ambientales.

La empresa Baula, fruto de una investigación en el Parc Científic de Barcelona, ha comercializado una línea de productos de limpieza en pastillas que ya ha sido patentado en más de 140 países y se comercializa en 24 de ellos. No es, por tato, un sistema marginal o experimental, sino plenamente consolidado, pero aún poco conocido.

Se trata, efectivamente, de un sistema de productos en formato de pastillas hidrosolubles, creado para evitar el uso de envases desechables y reducir en un 90% la generación de residuos de plástico. Una sola botella nos servirá para siempre, pues basta introducir en ella unas pastillas en agua.

Línea de productos Baula

Además de las ventajas ambientales, las pastillas permiten ahorrar espacio, pues en una misma caja cabe 30 veces más producto que en los formatos convencionales de limpieza. Esto facilita el almacenamiento y reduce la frecuencia del transporte y, por tanto, la huella de carbono, señalan desde ISS, que se encarga de desarrollar la implantación de los productos en España.

Las emisiones de CO2 por el transporte de un palé no llegan a 500 gramos en el caso de los productos de Baula, mientras que en el caso de los convencionales superan los 36 kilos. Este producto cuenta además con el respaldo de la etiqueta ecológica Ecocert.

 A modo de ejemplo, la red de oficinas de dos grandes entidades bancarias de España han implantado este nuevo sistema de limpieza. Esto les permitirá ahorrar, según ISS, hasta 12 toneladas de plástico gracias a los envases reutilizables y hasta 40 toneladas de emisiones de CO2 en transporte cada año.

Los productos de Baula también presenta ventajas para la salud, puesto que no produce emisiones químicas que afecten a las vías respiratorios, como ocurre con otros detergentes.

Las pastillas se disuelven en agua Baula

La línea de productos que aparece en la página web de Baula incluye once artículos diferentes, seis de los cuales tienen el sello Ecocert y de producto vegano. Estos últimos son un desengrasante, un producto multiusos, un higienizante, un friegasuelos, uno para baños y un detergente para ropa.

Alineada con los ODS de la ONU

Baula nació en 2016 como un proyecto de investigación con el objetivo de crear el producto de limpieza más disruptivo del mercado. El primer laboratorio fue instalado en el Parque Científico de Barcelona, ente afiliado a la Universidad de Barcelona.

Su fundador es Jordi Caparrós, un comercial de la industria de la química con más de 20 años de experiencia, quién decidió aplicar una visión sostenible y respetuosa en el campo de los productos de limpieza tradicionales.

Las botellas se reutilizan Baula

Su intención era crear un producto que se inscribiera dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

Esta idea de negocio ganó en 2017 el premio a la start-up más innovadora que otorga Acció, agencia adscrita al Gobierno de Cataluña. Al año siguiente, finalizó con éxito el proceso de desarrollo de producto y comenzó la introducción en el mercado.

En 2019 una de las gamas de BAULA obtiene la certificación Ecocert e inicia el proceso de ventas a escala nacional e internacional en el sector industrial.

Fue en 2020 cuando Baula logró establecer canales de venta directo a consumidor a través de supermercados ecológicos, cooperativas y tiendas a granel. Ya está presente en 24 países.