Aunque el metano tiene una vida media más corta que el CO2 en la atmósfera, es hasta unas 23 veces más eficaz que a la hora de calentar el planeta, al menos durante las primeras décadas tras su emisión. Posteriormente, sigue conservando un alto potencial de calentamiento. Y, aunque no sea culpa suya, lo cierto es que las vacas contribuyen decisivamente a la emisión de metano a la atmósfera.

En estos animales, dicho gas se produce en su aparato digestivo. Las vacas tienen varios estómagos y uno de ellos se llama rumen. El proceso de digerir alimentos en una vaca se conoce como rumia, comienza en la boca y acaba en la evacuación, algo muy similar al resto de mamíferos.

Dentro del rumen, durante la rumia se generan gases producto de la fermentación de los alimentos ingeridos. Uno de esos gases es el metano, destinado a salir al exterior, tanto a través de las flatulencias (pedos) como de la exhalación o los eructos de la vaca.

Actualmente, se calcula que la población de vacas alcanza en el mundo más de 1.000 millones y medio de ejemplares y son las mayores productoras de metano, además de otros gases de efecto invernadero, como el amoniaco. Además, se prevé que la población de vacas siga en aumento durante los próximos años, incrementándose aun más las emisiones de metano de estas fuentes.

Se calcula que una vaca genera entre 70 y 120 kilos de metano al año, aunque las cifras varían considerablemente según las fuentes. En todo caso, al comparar el promedio de estas emisiones con las de los automóviles, se concluye que las vacas contaminan más que los automóviles.

Las emisiones del ganado suponen, aproximadamente, un tercio de las emisiones de metano provocadas por el hombre, según reveló un informe del programa medioambiental de las Naciones Unidas publicado en 2021.

Un aditivo para reducir las emisiones

Sin embargo, hay novedades positivas. La Unión Europea ha dado luz verde este miércoles a la comercialización del aditivo para piensos, Bovaer 10, que reducirá las emisiones de metano (CH4) de las vacas lecheras del mercado comunitario.

Ganado vacuno efe

"Reducir las emisiones de metano procedente del sector ganadero es clave en nuestra lucha contra el cambio climático y la aprobación de hoy es un claro ejemplo de lo que podemos conseguir a través de la innovación en agricultura", ha señalado la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, en un comunicado.

Tan pronto como el Ejecutivo comunitario formalice la adopción de este aditivo en los próximos meses, este producto que contiene tres moléculas de nitrooxypropanol (3-NOP) se convertirá en el primero de su categoría disponible en el mercado de la UE.

El lanzamiento al mercado de este aditivo se enmarca en la estrategia De la granja a la mesa y se estima que reduzca las emisiones de metano de las vacas lecheras entre un 20% y un 35% sin afectar a la producción de leche ni a los consumidores.