Una pequeña máquina capaz de producir energía en nuestra casa simplemente a partir los residuos orgánicos y de alimentos que se generan en el hogar. Esto es lo que permite Horse, un aparato comercializado por la empresa norteamericana impactbioenergy, que, además de generar energía eléctrica con estos desechos, también produce fertilizante para las plantas. Es un revolucionario invento que ayudará decisivamente a implantar la economía circular en muchos hogares.

Según informa la empresa en su página web, Horse permite reciclar entre 440 y 3.000 kilos de residuos orgánicos a la semana, y a través de ellos permite generar nada menos que hasta 2.800 litros semanales de fertilizante ecológico. Cada 10 galones (38 kilos) de residuos de comida generan 37 Mwh de energía limpia. Estas son las capacidades de la serie 25, la más modesta, pero la serie Nautilus multiplica ampliamente estas cifras, si bien el equipo necesario aumenta también de volumen.

Interior de la máquina Impact Bioenergy

Se trata, desde luego, de un sistema idóneo para reducir la aportación de sustancias químicas en los cultivos y favorecer el reaprovechamiento de la basura orgánica para obtener la luz que necesitamos en casa. Todo ello, sin necesidad de causar ningún impacto al planeta.

Esta máquina, que supone un paso más allá de los sistemas de digestión anaerobia, funciona totalmente al margen de la red eléctrica, no precisa de ninguna conexión para funcionar. Es decir, se trata de un equipo totalmente autónomo y, de hecho, es un módulo portátil que puede ser remolcado de un sitio a otro con gran facilidad.

“La energía eléctrica que produce con calor radiante auxiliar e iluminación es estándar, pero también se puede modificar para obtener energía principal, calefacción o agua caliente opcionales. La materia orgánica obtenida como emulsión líquida es también estándar, pero también se puede modificar para compost, fertilizante y gránulos secos opcionales. Se incluye un almacenamiento de gas para permitir que la producción diaria de energía coincida con los patrones de demanda máxima. La preparación de materia prima, la generación de energía y la recuperación de salida están integradas en el diseño. El sistema está diseñado para estar completamente cerrado, por lo que no hay olores asociados por los desechos de alimentos, biogás o materia orgánica digerida”, señala la web de la empresa.

Abono para plantas obtenido con la máquina Horse Impact bioenergy

El primer paso consiste en recoger los residuos de comida, bebida, grasas y aceites para colocarlos en una especie de fregadero grande, donde estos elementos serán revisados y pretriturados. Los restos de carne, pescado, frutas o verdura quedan triturados y desmenuzados para facilitar su tratamiento.

El propio sistema está provisto de un sistema que realiza este trabajo sin casi necesidad de intervención humana. El operario solo ha de revisar la temperatura, la mezcla, los niveles de líquido y presión, el almacenamiento de gas y el estado de la batería.

Se trata de un sistema de bioenergía que se descarga a sí mismo usando el flujo de la gravedad y del desplazamiento hidráulico. Existe un microdigestor que tiene almacenamiento de gas a presión, el cual es bombeado usando un sistema regulador a base de agua.

La máquina no emite olores durante su funcionamiento, puesto que viene equipada con un sistema de control de olores que utiliza biocarbono, biofiltración y neutralización.

Página web de la empresa: https://impactbioenergy.com/horse-ad25/