Canarias se enfrenta de nuevo a la amenaza de prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a las fronteras españolas. Marruecos lleva ya varios meses buscando crudo en las profundidades marinas y tras tanto buscar ha terminado encontrando lo que ansiaba. Los trabajos de búsqueda se están realizando en dos puntos cercanos a las Islas: uno que se encuentra a 100 kilómetros al este de las islas orientales (Fuerteventura y Lanzarote) y el otro, el más reciente, a 350 kilómetros al noreste de La Graciosa, donde se ha hallado un importante reservorio de petróleo. Su valor rondaría los 107.000 millones de dólares, lo que equivale a 99.200 millones de euros.

Así lo ha constatado la empresa británica Europa Oil & Gas, que comenzó sus trabajos el pasado agosto, concretamente en una zona de poco más de 11,2 kilómetros cuadrados. Desde que se produjo este hallazgo, la empresa ha insistido en acelerar los trámites para empezar cuanto antes las prospecciones en esta zona conocida como Inezgane Offshore, que se encuentra en la línea imaginaria que separa el mar de España del de Marruecos.

A esta posible prospección se unen los trabajos que se están realizando un poco más al sur y que ya están autorizados por Marruecos. La petrolera italiana ENI y la compañía de Qatar están asociadas para buscar hidrocarburos en la zona denominada Tarfaya Offshore Shallow, entre la costa de Agadir y el Sáhara Occidental, en una franja dividida en 12 bloques que engloban 23.900 kilómetros cuadrados.

Agencias

Ya Repsol exploró esos mismos fondos hace siete años y cesó en sus trabajos al no hallar suficiente petróleo para ser comercializado. Estas son las prospecciones que más preocupan desde el punto de vista medioambiental para Canarias, al estar situadas a tan solo 100 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura.

En ambos casos las prospecciones servirán para saber si realmente los cálculos que ha hecho la empresa son correctos, si el crudo que yace en el subsuelo es de buena calidad y si realmente es posible extraerlo. Y aunque estos ‘pinchazos’ en el subsuelo marino de las Islas se llevarán a cabo en el lado marroquí de la frontera, los riesgos que entraña para los ecosistemas canarios son, por tanto, los mismos que si las catas se hicieran en la parte española de las aguas.

Ninguna de las dos noticias ha sentado bien a los partidos canarios, que han apostado por constituir un frente común político y social que proteja a las Islas de dichas prospecciones petrolíferas. Su idea es unirse de una forma similar a como lo hicieron en 2015, cuando Repsol y la ENI quisieron realizar prospecciones cerca de las costas canarias. No fue, sin embargo, la presión social canaria la que provocó que las empresas desistieran, sino que las prospecciones en ese entonces no dieron los frutos esperados.

A esta preocupación se une el escaso margen de maniobra que tiene el Gobierno autonómico en el marco de las actuales negociaciones de España con Rabat. En dichas reuniones, Marruecos ya ha puesto sobre la mesa su insatisfacción por el criterio aplicado para establecer la línea divisoria imaginaria entre ambos países y defiende que la frontera debería acercarse aún más a Fuerteventura y Lanzarote.

Playa en la isla de Fuerteventura Pixabay

España siempre se ha mantenido firme ante las presiones del país alauí, porque sabe que la división de la mediana está amparada por el derecho del mar, pero el giro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el conflicto del Sáhara Oriental ha causado suspicacias entre los canarios.

¿Cómo influyen las prospecciones en el medio ambiente?

Los isleños han alzado en varias ocasiones la voz de forma unánime en contra de las prospecciones petrolíferas. No es de extrañar, pues esta actividad supone unos altos riesgos para la rica biodiversidad y ecosistemas marinos de las Islas, al tiempo que puede causar graves perjuicios a las actividades económicas en Canarias, como la pesca o el turismo. Y es que, como destaca Greenpeace, “no existe ninguna manera segura de extraer petróleo en aguas profundas”, dado que esos pozos suponen enormes riesgos de vertidos, incendios y contaminación.

En la primera fase, la de prospección, se realiza mediante unos cañones de aire comprimido -o air-guns- capaces de generar ondas sonoras que definen la estructura del suelo y subsuelo marinos. Estas ondas tienen unos niveles de intensidad (180-250 dB) que resultan intolerables para la fauna marina y pueden ocasionar varamientos de cetáceos.

Estas detonaciones acústicas pueden ocasionar daños sobre los recursos pesqueros presentes en las zonas afectadas por las prospecciones. Así lo pone de relieve los estudios sobre campañas similares llevadas a cabo en el Mar del Norte que reflejan cómo los peces sufrieron cambios en el comportamiento y desarrollaron lesiones en la vejiga natatoria, ojos, oído interno y línea lateral.

Los riesgos de las perforaciones

En una segunda fase se procedería a perforar los pozos. Para ello se emplearían una mezcla de minerales y productos químicos, arrojándose directamente al mar los residuos procedentes de la perforación, de tal forma que, en la mixtura con las arcillas del fondo, se formaría un barro oleoso mortífero para la fauna marina del fondo oceánico.

Además, podría sepultar hábitats sumergidos, de alto valor ecológico, como son las praderas de fanerógamas marinas y los bosques de algas pardas. Esta actividad produce efectos devastadores sobre aquello que se encuentra en un radio de 500 metros a la perforación y se pueden observar cambios sustanciales en un área de 20 kilómetros cuadrados.

En la fase de extracción del petróleo se liberan compuestos, como metales pesados o hidrocarburos aromáticos, que pueden llegar a la cadena trófica y, por lo tanto, al ser humano, provocando daños en la salud.

Plataformas petrolíferas Europa Press

Además, la simple búsqueda de petróleo supone continuar apostando por un modelo energético que no solo está desfasado, recuerdan los expertos, sino que además va en contra de cualquier avance en los modelos de energías renovables y lucha contra el cambio climático.

“El chantaje de Marruecos”

Mientras tanto, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, advierte del "alto riesgo" que suponen las prospecciones de petróleo que lleva a cabo el gobierno marroquí frente a las aguas canarias, en aguas de su competencia, y pide estar "atentos" porque, a su juicio, "España está cediendo continuamente al chantaje de Marruecos".

"No podemos seguir extrayendo combustibles fósiles. Hay que volver la mirada hacia las renovables, que es donde hay que insistir. Es una barbaridad mantener el uso del petróleo porque el cambio climático hay que frenarlo desde "una transición energética real", apuntó este jueves en declaraciones a los medios.

Según Morales, tanto el Gobierno de España como el de Canarias "deben denunciar las extracciones" que, si bien "no están en las aguas canarias sí en sus límites" y ponen "en riesgo" el sector turístico y la supervivencia misma porque «somos islas que dependemos del agua desalada". "Una contaminación por vertidos de crudo puede ser un grave problema para la supervivencia", en referencia a la potabilización del agua y el turismo.

La Ley de Cambio Climático recientemente aprobada por el Gobierno español prohíbe nuevas exploraciones de hidrocarburos en territorio nacional, tanto marino como terrestre, pero no puede evitar la acción que realicen otros países en sus propias aguas, incluso estando cerca de territorio español.

Contacto de la sección Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es