Los arrecifes de coral están considerados los sistemas vivos más complejos y bellos del planeta. Pero están desapareciendo debido a la contaminación, la sobreexplotación y la crisis climática. Agonizan. La situación es dramática: si el mundo no protagoniza una acción urgente y cumple los objetivos recogidos en los Acuerdos de París los arrecifes de coral desaparecerán dentro de 30 años. Y con ellos, un gran número de especies marinas y una fuente de alimentos, medios de vida y patrimonio cultural para 500 millones de personas.

La alerta ha sido lanzada por la comunidad científica, que reclama declarar algunos arrecifes de coral “santuarios mundiales del cambio climático”. Un equipo internacional de investigadores ambientales publicó recientemente un informe en el que proponen seis recomendaciones ‘clave’ para promover la “persistencia y supervivencia” de los arrecifes de coral. Es la última oportunidad para salvarlos, claman los científicos.

El libro blanco ‘Pronóstico de santuarios climáticos para asegurar el futuro de los arrecifes de coral’ ha sido promovido por la iniciativa ‘Océanos Vibrantes’ y presentada hace unos días en la Conferencia Nuestros Océanos celebrada en Palau.

Los pronósticos científicos muestran que los ecosistemas de arrecifes de coral en todo el mundo, claves para un gran número de especies marinas, se degradarán funcionalmente para 2050 si no se cumplen los objetivos del Acuerdo de París.

Arrecife de coral en Fiji. Greg Lecoeur / Nat Geo Collection

Pero la situación es tal que incluso con reducciones drásticas de las emisiones para garantizar que el calentamiento global se mantenga a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, “hasta el 90% de los corales del mundo podrían desaparecer en las próximas tres décadas, dejando atrás una estructura de arrecifes que perderá muchas de sus funciones”, alertan los expertos.

Como los canarios en las minas de carbón

Jens Zinke, profesor de Paleobiología en la Universidad de Leicester y coautor del estudio, cuya investigación examina grandes hábitats de coral para rastrear el cambio climático y ambiental durante los últimos tres siglos hasta la actualidad, comparó a los arrecifes coralinos con los “canarios en las minas de carbón”, que se utilizan porque son los primeros en detectar los escapes de gas.

Los arrecifes de coral detectan ecosistemas bajo estrés por el calentamiento de los océanos debido al cambio climático. Los corales pueden ‘sentir’ cuando las temperaturas del océano superan un umbral peligroso y nos avisan cuando debemos tomar medidas”, añade el investigador.

“Nuestra investigación ha demostrado que los arrecifes de coral se han visto gravemente afectados por el calentamiento de los océanos en las últimas tres o cuatro décadas. Sin embargo, en algunas ubicaciones muestran tasas más bajas de calentamiento o se benefician de las circunstancias atenuantes debido a la oceanografía local”, explica.

Algunos arrecifes tienen la capacidad de “resistir o recuperarse del estrés térmico más rápido que otros”, y pueden servir “como santuarios bajo el calentamiento futuro. Esta es una nueva dirección de investigación importante: encontrar esos lugares y protegerlos antes de que desaparezcan”, resalta Zinke.

Imagen de la gran barrera de coral de Australia, en una imagen de archivo del año 2000. Reuters

Ya en el año 2018, el grupo ‘Océanos Vibrantes’, en el trabajo ‘50 Arrecifes’, identificó aquellos que tienen más probabilidades de resistir y sobrevivir al cambio climático. Estos hábitats se encuentran principalmente en los océanos Pacífico e Índico, aunque también los hay en el Caribe y el Mar Rojo.

Pero ahora, los científicos reclaman declarar también sanitarios a un número aún más amplió de arrecifes resistentes y de recuperación rápida dispersos por todo el planeta.

Claves para la supervivencia de los corales

Basándose en la experiencia de universidades y grupos de conservación de la vida silvestre de todo el mundo, el grupo brinda en su informe seis recomendaciones ‘clave’ destinadas a promover la “persistencia y supervivencia” de los arrecifes de coral. Son las siguientes:

  1. Continuar con el enfoque del trabajo ‘50 Arrecifes’ para declarar “santuarios para evitar el cambio climático” como una prioridad para la inversión en la conservación de estos hábitats.
  2. Expandir la cartera de conservación de ‘50 Arrecifes’ para incluir más “santuarios de resistencia y recuperación de corales”.
  3. Aumentar el apoyo a las evaluaciones regionales de la salud de ‘50 Arrecifes’ e iniciativas de financiación sostenible para apoyar la implementación de las carteras regionales.
  4. Catalizar esfuerzos de monitoreo de arrecifes de coral basados en datos a gran escala para probar y desarrollar nuevos modelos y predicciones de santuarios climáticos.
  5. Usar la ciencia climática más reciente de los arrecifes de coral para guiar las inversiones, especialmente a medida que los impactos del cambio climático se aceleran y provocan nuevas tensiones ambientales y respuestas entre los arrecifes.
  6. Adoptar un enfoque de gran alcance para la gestión de los arrecifes, incluidas las conexiones con paisajes marinos más amplios, la gestión de la calidad del agua y la pesca, la mitigación de otras presiones (por ejemplo, el desarrollo industrial), de modo que la gestión eficaz y equitativa tenga beneficios medibles para los arrecifes de coral y para las comunidades costeras.

Dos ecologistas estudian un antiguo coral de lóbulo en el Arrecife Kingman, que se encuentra a medio camino entre Hawai y Samoa Americana en el Océano Pacífico. Brian Skerrt / National Geographic

Libro blanco ‘50 Arrecifes’: https://c532f75abb9c1c021b8c-e46e473f8aadb72cf2a8ea564b4e6a76.ssl.cf5.rackcdn.com/2022/04/11/2ei8gai5sx_Final_50_Reefs_Science_Whitepaper.pdf

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