La mitad de las aves en España están amenazadas y corren el riesgo de desaparecer si no se toman medidas para revertir los daños que la presión de la actividad humana les causa. La contaminación, la destrucción de los hábitats, la actividad agrícola intensiva y el cambio climático están llevando a la rica avifauna española a retroceder progresivamente y es un problema que lejos de revertirse, ha seguido creciendo en los últimos 20 años.

España es el segundo país de Europa más rico en avifauna. 622 especies habitan o se mueven cada año por nuestro país, de las que 572 son autóctonas, lo que denota la “importante responsabilidad de custodio” que tiene para proteger toda esta biodiversidad. Sin embargo, cuando se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias, la realidad es muy distinta, pues en las últimas dos décadas, los esfuerzos realizados en conservación han sido insuficientes para revertir el impacto de las actividades económicas e industriales.

Así lo pone de relieve el Libro Rojo de las Aves de España 2021, que destaca que la mayoría de las especies que más frecuentan nuestro país -un 56%- o bien tienen problemas para desarrollar su vida en entornos que se han convertido en hostiles o, directamente, se han extinguido.

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La situación también ha empeorado con respecto al escenario imperante hace 18 años - el último Libro Rojo publicado data de 2004 -. De todas las especies evaluadas entonces, solo 24 han rebajado su nivel de amenaza, y por tanto, se encuentran en una posición mejor que entonces. Es el caso del quebrantahuesos, el águila perdicera, el buitre negro, el águila pescadora, el alimoche común o el milano negro.

Un 17% más de especies amenazadas respecto a 18 años atrás

Por el contrario, la mayor parte de las especies que estaban amenazadas entonces, siguen igual o han empeorado. Concretamente, 33 especies empeoran su situación y otras 60 mantienen la misma categoría. Esto supone que la avifauna amenazada en España ha crecido un 17% con respecto a hace 18 años.

En esta ocasión, el Libro Rojo ha ampliado el número de aves en estudio. Incluyó 359 especies de aves (en 2004 fueron 175). Esta ampliación del estudio ha permitido evaluar al 57% de las especies que integran la avifauna española (622), y el 62,8% de las aves nativas o de presencia natural en el país (572). De las especies estudiadas se constató que 90 (25,1%) presentan categorías de amenaza (crítico, en peligro o vulnerable), 12 (3,3%) especies o poblaciones podrían incluirse en categorías de extinción y 51 (14,2%) especies presentan una situación cercana a la amenaza.

Los porcentajes varían dependiendo de la forma de vida del ave. Solo el 42% de las especies reproductoras -es decir, las que permanecen en el mismo lugar durante toda su vida- tienen unas condiciones de vida óptimas en nuestro país; una cifra que aumenta hasta el 56% cuando se trata de animales que migran o hibernan.

Las aves marinas y de zonas húmedas, las más amenazadas

Las especies que están en peor situación son las propias de humedales y ambientes marinos (como zonas costeras), entre las que se han identificado nueve en peligro crítico de extinción. Las especies en peligro son mayoritariamente aves propias de hábitats seminaturales, como agrosistemas o dehesas, en las que se han identificado 19 especies.

Pardela balear Maties Rebassa

En términos generales, la contaminación es la amenaza más común para las aves, y afecta al 76,29% de las especies estudiadas. Son varios los tipos de contaminación que les afectan. Por ejemplo, los insecticidas y plaguicidas utilizadas en las prácticas agrícolas intensivas, reducen la presencia de insectos y, al ser consumidos, reducen el potencial reproductor de las aves.

La contaminación de suelos y zonas húmedas por el plomo que se utiliza en la caza, los microplásticos, los hidrocarburos y la contaminación lumínica, por otra parte, es lo que más afecta a las aves marinas. Este impacto afecta a la espátula común, el petrel de Bulwer, el alcaudón real, la pardela balear, la pardela cenicienta canaria, el porrón pardo y el porrón europeo.

La alteración de los ecosistemas afecta al 70% de la avifauna española y es el segundo motivo de amenaza para estos animales. Este tipo de contaminación es especialmente acusada en el caso de aves ligadas a humedales, muy afectadas por la desecación y drenaje de estas zonas, la destrucción de bosques de ribera o la sobreexplotación de acuíferos. Estas prácticas amenazan la supervivencia de la cigüeña negra, el porrón europeo, la focha moruna, la cerceta pardilla, el carricerín cejudo, el escribano palustre, el avetoro común y la curruca rabilarga.

Las prácticas agroganaderas intensivas, como los monocultivos, afectan a los hábitat de muchas aves al fragmentar y transformar sus hábitat. El aguilucho cenizo y el pálido, el alimoche común, el cernícalo primilla, las gangas ortega e ibérica, el sisón o el pico mediado figuran entre los taxones más impactados.

Ejemplar de urogallo cantábrico José Luis Rodríguez

Por primera vez se han añadido los impactos derivados del cambio climático, que según el informe se sitúan como la cuarta causa de desaparición de ejemplares, afectando al 65% de las especies. El informe advierte de que el aumento de la frecuencia de los eventos climáticos extremos puede tener impactos severos, incluyendo elevadas mortalidades de adultos y pollos, especialmente a finales de primavera y principios del verano. La perdiz roja, la codorniz común, la perdiz moruna, el milano real, la cerceta carretona y la grajilla occidental son algunas aves que ya notan los efectos del calentamiento global.

Para revertir esta situación, desde Seo/Birdlife proponen actuar en tres tipos de medidas: de conservación, divulgación e investigación. Para conseguir que las aves puedan sobrevivir en su ambiente natural se insta a regular el uso de pesticidas, modificar la Política Agrícola Común (PAC), prohibir la autorización de proyectos que afecten a zonas de reproducción o alimentación de las especies amenazas, control y erradicación de especies invasoras y el cese de la caza de especies cuyas poblaciones estén en declive. 

Todo ello se tiene que sustentar con investigación sobre las poblaciones y las causas de declive, programas de seguimiento y estudios sobre las áreas de reproducción e invernada de las especies en peligro. Por otro lado, los especialistas ven necesario completar la Red Natura 2000, dado que “buena parte de las poblaciones de aves amenazadas se encuentran fuera de la red”.

Más información en: https://seo.org/wp-content/uploads/2021/12/Resumen-Libro-Rojo-de-las-Aves-de-Espana-2021.pdf 

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