La erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha'apai, el pasado 15 de enero, fue uno de los eventos volcánicos más explosivos de la era moderna, según ha confirmado un nuevo estudio.

Dirigido por investigadores de la Universidad de Bath y publicado estos días en Nature, el estudio combina una gran cantidad de datos de satélite con observaciones a nivel del suelo. Con ellos se ha podido demostrar que la erupción fue única, tanto por su magnitud como por su velocidad, y también por la rápida gravedad en movimiento y las ondas atmosféricas que creó.

Después de una serie de eventos más pequeños que comenzaron en diciembre de 2021, Hunga Tonga entró en erupción el 15 de enero de este año, produciendo una columna vertical que se extendió a más de 50 km de altura sobre la superficie. El calor liberado por el agua y las cenizas calientes del penacho constituyeron la mayor fuente de ondas de gravedad en la Tierra hasta 12 horas después de la explosión. Y es que la erupción produjo ondas de gravedad similares a olas que, según muestran las observaciones por satélite, se propagaron por toda la cuenca del Pacífico.

Vista por satélite de la erupción National Geographic

La erupción también provocó ondas en nuestra atmósfera que reverberaron alrededor del planeta al menos seis veces y alcanzaron velocidades muy cercanas a las máximas teóricas, por lo que fueron las más rápidas jamás vistas dentro de nuestra atmósfera. Esas ondas avanzaron a la increíble velocidad de 320 metros por segundo (1.152 kilómetros por hora), según se ha comprobado.

Los autores del artículo creen que este evento ayudará a los científicos a mejorar los futuros modelos climáticos y meteorológicos atmosféricos.

Corwin Wright, investigador de la Universidad de la Royal Society y autor principal del artículo, ha declarado: “Esta fue una explosión realmente enorme, y verdaderamente única en cuanto a lo que ha observado la ciencia hasta la fecha. Nunca antes habíamos visto ondas atmosféricas dando la vuelta al mundo entero, o a esta velocidad, viajando tan cerca del límite teórico”.

“La erupción fue un experimento natural asombroso. Los datos que hemos podido recopilar mejorarán nuestra comprensión de nuestra atmósfera y nos ayudarán a mejorar nuestros modelos meteorológicos y climáticos”.

Puede aumentar el agujero de la capa de ozono

El coautor, Scott Osprey, del Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas, espera ver más impactos de la erupción de Hunga Tonga: "Nuestro estudio muestra muy bien cómo se genera la sorprendente propagación de ondas globales, debido las enormes cantidades de agua de mar vaporizadas durante la erupción. Sin embargo, intuyo que hay más cosas por ver sobre esta erupción. A medida que la excepcional cantidad de vapor de agua se dispersa por la estratosfera, las miradas se dirigirán hacia el agujero de la capa de ozono antártico para ver cómo de grande será en la primavera”.

Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s41586-022-05012-5

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