El 8 de junio se conmemora el Día Mundial de los Océanos con el objetivo de llamar la atención de los gobiernos y la sociedad sobre la necesidad de preservarlos. Los océanos desempeñan una función clave en la regulación del clima, pero ¿cuál es su situación en la actualidad y qué tipo de impacto genera el cambio climático? El calentamiento global representa un grave peligro para la salud de los océanos en todo el mundo y a esto se suman los cambios ambientales causados por la actividad humana.

Las alteraciones que produce el cambio climático son el incremento de la temperatura, el aumento del nivel del mar y la acidificación, según alerta Naciones Unidas.

Las regiones polares se están derritiendo a unas tasas sin precedentes y los océanos, junto con las capas de hielo, son vitales para regular la temperatura del planeta porque absorben el 90% del exceso de calor del sistema.

Un incremento de 3º C de la temperatura global supondría un metro de incremento del nivel del mar, lo que provocaría el desplazamiento de millones de personas de las zonas costeras de todo el mundo, siendo España uno de los países más afectados.

Pero incluso calentamientos menos drásticos (como los 2ºC que prevé como máximo el Acuerdo de París y que fácilmente podrían alcanzarse a medio plazo) supondrían también subidas del nivel del mar de efectos dramáticos para amplias regiones del planeta, también en España.

Demasiado CO2 aumenta la acidez del océano y mata la vida en ellos

Los océanos absorben entre el 20 y 30% del carbono procedente de las emisiones de CO2 que se producen fundamentalmente cuando quemamos petróleo, gas o carbón. Aunque esta absorción es en principio un efecto positivo (se reduce el nivel de CO2 de la atmósfera), supone una reducción del PH del agua (aumenta la acidificación) y eso afecta tanto a la vida marina como a la humana al disminuir ampliamente la población de peces y crustáceos.

Campo de corales totalmente destruidos por el calentamiento global Shutterstock

En la actualidad, el 90% de las grandes especies de peces están afectadas, y el 50% de los arrecifes de coral, destruidos. Los humanos estamos extrayendo del océano más de lo que se puede reparar.

Por ello, los expertos de todo el mundo señalan que hay que trabajar para crear un nuevo equilibrio en el que no agotemos todo lo que el océano nos da, sino que, al contrario, restauremos su vitalidad y le devolvamos una nueva vida.

Por eso, el lema de la campaña para 2022 es: "Revitalización: acción colectiva por el océano'.

Cinco áreas de acción en los océanos

La ONU ha identificado cinco áreas de acción en el océano que pueden apoyar la lucha contra el cambio climático. Dichas áreas de acción son:

Energía renovable basada en los mares: aumentar los parques eólicos marinos (especialmente los flotantes) e invertir en nuevas e innovadoras fuentes energéticas basadas en el océano, tales como sistemas solares fotovoltaicos flotantes, el energía de las olas y el energía de las mareas.

Transporte marítimo: Acelerar la descarbonización de las flotas de grandes buques, como cruceros, cargueros o petroleros, así como de la industria portuaria.

Ecosistemas costeros y marinos: Conservar los ecosistemas de 'carbono azul' actuales (manglares, camas de hierbas marinas y marismas saladas), que tienen una gran capacidad para capturar CO2.

Pesca, acuicultura y cambios dietéticos: Reducir la intensidad de las emisiones de las operaciones de la pesca y de la acuicultura, optimizando la pesca salvaje y cambiando a opciones alimenticias bajas en carbono.

Almacenamiento de carbono en el suelo marino: Invertir en las investigaciones necesarias para minimizar los impactos ambientales del almacenamiento de larga duración de carbono en el suelo marino, y eliminar las barreras normativas y económicas.

Banco de peces Roger Grace

La plena implementación de estas soluciones basadas en el océano, podrían aportar hasta una quinta parte (hasta un 21%) de la reducción anual de los gases de efecto invernadero que el mundo requiere para 2050, si quiere mantener el aumento de la temperatura mundial bajo los 1,5 grados centígrados.

Pero para ello, alerta la ciencia, será necesaria más voluntad política, claras señales de apoyo a la inversión y el involucramiento del sector privado, nuevos mecanismos de financiamiento público y, el despliegue y la transferencia de tecnología.

.....

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es