Mares

Punto Nemo: el lugar del océano más alejado de todo

En este enclave marino, la costa más cercana está a 2.700 kilómetros de distancia

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

En 1992, el ingeniero croata-canadiense Hrvoje Lukatela calculó la ubicación exacta de lo que técnicamente se conoce como “el polo oceánico de inaccesibilidad”. Se trata del punto más remoto de todo el planeta Tierra con respecto a cualquier superficie terrestre.

Situado en pleno Océano Pacífico, se le denomina más comúnmente como ‘Punto Nemo’, en homenaje, por un lado, al capitán Nemo, el protagonista de la novela de Julio Verne 20.000 leguas de viaje submarino, pero también por el significado que ofrece su traducción del latín: “Nadie”.

Con las coordenadas 48°52.6′S 123°23.6′W, este punto logró calcularse dibujando sobre el Pacífico la mayor circunferencia posible sin que esta tocara ningún área terrestre. Así surgió el Punto Nemo, que ocupa el centro de una circunferencia de 16.900 kilómetros y en el que no hay ni un islote que lo señale a la vista humana.

Esta inhóspita región del planeta Tierra se encuentra a casi 2.700 kilómetros de distancia de las tres islas más cercanas. Son, al norte, la Isla Ducie (de las islas Pitcairn), al noreste la de Motu Nui (islote de la Isla de Pascua) y al sur, la Isla Maher.

Por ello, se dice que los humanos más cercanos a esta rincón del planeta son los astronautas de la Estación Espacial Internacional, que se encuentran a 400 kilómetros de la Tierra.

Un cementerio de basura espacial

Y hablando del espacio, precisamente la lejanía con la vida humana hacen del Punto Nemo el lugar perfecto para arrojar toda aquella basura espacial que procede de las misiones y que debe volver a la Tierra sin suponer un riesgo para la población.

Por ejemplo, en las profundidades de esta localización reposan en el las profundidades del Océano Pacífico los restos de la antigua estación espacial soviética MIR, la primera dedicada a la investigación que estuvo habitada de forma permanente.

Esta estación fue lanzada al espacio por la antigua Unión Soviética. Después de 15 años en órbita, se quedó obsoleta y se ordenó su desorbitación y desintegración en la atmósfera. Así quedó destruida y se precipitó de forma controlada al océano Pacífico, al Punto Nemo, en 2001.

Este es solo un ejemplo de las naves, satélites y otros restos de basura espacial que han llegado a este polo de inaccesibilidad desde que se descubrieron sus coordenadas exactas hace exactamente 30 años.

También está previsto que sea aquí donde termine sus días la Estación Espacial Internacional, cuando a principios de la próxima década termine su vida activa.

En cuanto a la vida marina, se considera que es más bien escasa, debido a que no son demasiadas las especies que se desarrollan a estas grandes profundidades, además de la falta de alimento existente provocado por el efecto de las corrientes, que bloquean la entrada de aguas frías.

En este punto, la profundidad es de 3.700 metros y se la considera una de las regiones oceánicas con menos actividad biológica del mundo.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es