Greenpeace ha solicitado a las administraciones tomar medidas para evitar los incendios que actualmente están asolando el país que pasan por destinar más recursos económicos, así como campañas de sensibilización y políticas para luchar contra el cambio climático, entre otras.

Como señala la ONG, los grandes incendios forestales son responsables de la mayor parte de la superficie quemada por lo que ve "fundamental" invertir en el sector primario y en la gestión forestal de los montes.

En este punto, urge priorizar recursos económicos para incentivar la economía rural de los pueblos, fomentando actividades que generen paisajes fragmentados que ayuden a reducir el riesgo de propagación de grandes incendios forestales.

También reclama planes preventivos en zonas de alto riesgo como marca la Ley de Montes, un hecho que, como denuncia, no se está cumpliendo ya que hay que dotar con recursos a los municipios. También pide cumplir con los planes de emergencia en zonas de alto riesgo, entre otras reivindicaciones.

Otra demandas pasan por la comunicación a la ciudadanía de los planes y exigencia de planes de autoprotección, invertir en crear comunidades organizadas y adaptadas que asuman el riesgo de incendio para prevenirlo y mitigarlo; y desarrollar una gestión urbanística que tenga en cuenta el riesgo de incendio forestal ya que existen urbanizaciones, viviendas e infraestructuras en zonas de alto riesgo.

Extinción del incendio en Roelos de Sayago (Zamora) La Opinión de Zamora

En cuanto a los servicios operativos, señala que no son infinitos ni omnipresentes y los incendios de alta intensidad suponen riesgos y peligros añadidos. Por ello, considera urgente que los operativos de extinción tengan condiciones dignas de trabajo todo el año.

Problema de seguridad nacional

Según la responsable de campañas del Área de Biodiversidad de Greenpeace, Mónica Parrilla, "los incendios dramáticos de este verano y los que estamos viviendo estos días son un problema ambiental que se ha convertido en un problema de seguridad nacional".

"Incendios con una naturaleza distinta requieren soluciones distintas e inversiones en prevención para evitar situaciones dramáticas como las que estamos viviendo; de otra manera podríamos llegar a sufrir situaciones tan dramáticas como las de Portugal, Grecia o California. Ante la crisis climática, los bosques necesitan ser gestionados; si no, los gestionarán las llamas", alerta.

Greenpeace recuerda que la actual crisis climática es responsable de la evolución de los incendios hacia episodios más peligrosos, rápidos e incontrolables, ya que es responsable de la subida de las temperaturas, el incremento de olas de calor y del agravamiento de los períodos de sequía, que tienen como resultado la sequedad del suelo.

Asimismo, denuncia el abandono del sector primario por el que la superficie forestal en España ha aumentado casi cuatro millones de hectáreas entre 1962 y 2019, una superficie equivalente a la de la comunidad de Extremadura, hectáreas que no suman como bosque, sino que contribuyen a una masa vulnerable.

Greenpeace pide recursos económicos contra el cambio climático. Greenpeace

En este punto, considera que el medio rural es una oportunidad para hacer frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad, pero reclama políticas que protejan a la población rural e inversiones enfocadas a facilitar la configuración de un paisaje resiliente sostenible y a proteger su continuidad a corto, medio y largo plazo.

Para la creación de esas comunidades resilientes, la ONG ve necesario llevar a cabo inversiones en cinco tipos de capital: social, físico, humano, natural y financiero, así como trabajar para que consigan capacidades, y que estas sean además utilizadas y fortalecidas ante la emergencia climática, entre otras consideraciones.