La vaquita marina es la especie de mamífero marino más amenazada del planeta. Es una de las siete especies de marsopa, mide 150 centímetros de largo y pesa hasta 50 kilos. Es un cetáceo endémico de aguas mexicanas que habita en la reserva de la biósfera del golfo de California. Representantes de varios países se han conjurado para evitar su extinción: han creado un comité internacional que impulsará medidas y estrategias para la recuperación de la especie.

La especie es considerada animal en “peligro crítico de extinción”. De hecho solo quedan unos 10 ejemplares. Esta semana se ha celebrado el Día Internacional de la vaquita marina. Es el mamífero marino más pequeño del planeta y el más raro. Es difícil observarla en su hábitat. La pesca furtiva, la contaminación y la alteración del hábitat son algunos de los factores que dificultan su supervivencia. Además, tiene una baja tasa reproductiva.

¿Por qué se llaman vaquitas marinas? Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no hay una explicación clara acerca del origen del nombre; sin embargo, su aspecto puede dar algunas pistas: las vaquitas marinas son robustas, tienen el vientre blanco y anillos oscuros alrededor de los ojos y la boca. Los antepasados de la vaquita tenían cuatro patas. Una característica en esta especie es la apariencia sobresaliente de los labios. Son tímidas y enigmáticas, suelen estar generalmente solas o acompañadas de una cría.

La UNAM explica que "regresaron al agua después de millones de años y, poco a poco, cambiaron de forma: las patas delanteras se transformaron en aletas y las traseras desaparecieron”.

Descubiertas en 1958

El descubrimiento formal de las vaquitas marinas data de 1958. En 1997 en el mundo había 570 ejemplares de vaquitas marinas, en 2015 solo quedaban 60 y actualmente se cree que el número de vaquitas es de apenas 10 ejemplares.

Vaquita marina. Alfrokrads

¿Por qué se ha acelerado la extinción de la vaquita marina? Hay varios motivos: las malas políticas en cuanto a la pesca en México y la cantidad de personas que buscan el buche de los peces totoaba. Porque la suerte de las vaquitas ha estado fuertemente ligada a la de esa otra especie, similar al róbalo, que tiene un gran buche muy codiciado en China. En la medicina tradicional de ese país se cree que los buches de pescado seco son afrodisiacos y beneficiosos en general para la salud.

En el mercado negro de ese país, el kilo de buche se puede vender hasta por 8.000 euros, según el Gobierno de México. No en vano se le ha denominado "la cocaína del mar". El tráfico de ese pez está controlado por el crimen organizado, según sostiene la ONU. Para pescar al totoaba, los pescadores se valen de redes agalladeras o de enmalle en las que las vaquitas quedan atoradas y se asifixian.

El hábitat de la vaquita es muy limitado y el suministro de alimento en el ambiente marino está afectado por la calidad y el nivel de nutrientes. El represamiento del río Colorado ha reducido el caudal de agua dulce aportado al golfo, lo cual es peligroso para la vaquita. Además el uso de pesticidas tratados con cloro podría tener también un efecto perjudicial.

Afectada por el cambio climático

La escasez de ejemplares y el hecho de que se reproduzcan cada dos años o más, que la gestación dure entre 10 y 11 meses y que den a luz solo a una cría son problemas añadidos para la supervivencia de la especie.

El cambio climático también es otra de las causas que ha provocado el declive de la vaquita marina. Ante el aumento de la temperatura de las aguas u otras alteraciones en las características del ecosistema, la mayoría de las especies se ven obligadas a migrar, algo que es muy probable que ocurra en breve en el caso de la vaquita marina, aumentando, a su vez, la competencia con otras especies y dificultando su supervivencia.

¿Qué medidas se han adoptado para evitar la extinción de la vaquita marina? De momento se ha creado el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), con el fin de poner en marcha una serie de estrategias y medidas que aseguren la recuperación de la especie.

Estas estrategias consisten en impulsar el desarrollo y el mantenimiento de la región del golfo de California, en el que se localiza la especie, así como promover la práctica de una pesca sostenible y respetuosa con el medio ambiente, que no ocasione ningún daño ni repercuta en la conservación de la vaquita marina.