Ecologistas en Acción califica de "despilfarro de dinero público" el plan del Gobierno español para amortiguar el proceso de regresión (pérdida de arena) de las playas de la Comunidad Valenciana. Carlos Arribas, portavoz del colectivo, considera que "el mal ya está hecho" y el proceso es "irreversible". "Lo que se debiera hacer es actuar con las viviendas que están ahora amenazadas por el mar", añade.

El "megaproyecto" de la Dirección General de la Costa y el Mar, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de extracción de arenas en aguas profundas en frente de Cullera, con un importe de 1.147 millones de euros, sometido ahora a información pública, promueve el depósito de 12,4 millones de metros cúbicos de arena en 16 playas o tramos de playas de Valencia y Alicante, desde Sagunto a Pilar de la Horadada, algunas situadas a 220 kilómetros del punto de extracción, ha recibido severas críticas de Ecologistas en Acción.

Además, se proyecta la extracción de 54 millones de metros cúbicos adicionales en otras actuaciones de regeneración "que no se explicitan", denuncia la ONG, que considera que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de octubre de 2013 favorable para un proyecto similar al actual, tramitado en 2010, está "caducada y no vigente, según la normativa ambiental".

El proyecto tendría "impactos ambientales severos y críticos sobre las praderas de Posidonia oceánica y los recursos pesqueros del litoral valenciano", según Ecologistas en Acción.

Impacto en los recursos pesqueros

El ‘Proyecto de extracción de arenas en aguas profundas de Valencia y transporte para alimentación de playas’ y su estudio de impacto ambiental están en información pública desde el pasado 29 de julio, dado que la DIA de ese mismo proyecto tramitado en 2010 y aprobada en 2013 ha perdido su vigencia, según la Ley de evaluación ambiental, ya que han transcurrido más de seis años sin que ese proyecto haya sido ejecutado.

Cala Advocat, en Benissa (Alicante). Información

El nuevo proyecto, a diferencia del anterior, incluye el transporte de la arena extraída a las 16 playas que se pretenden regenerar, y cambia el método de extracción, ya que ahora se permite la operación de rebose de la cántara en el punto de extracción para la eliminación de finos. O sea que la dispersión de los finos se producirá en el punto de extracción y en menor medida en las playas.

"Este megaproyecto tendría importantísimos impactos ambientales, especialmente en las praderas de la fanerógama protegida Posidonia oceánica existentes alrededor de las playas del Puerto y el Mojón en Pilar de la Horadada, playa de San Juan en Alicante, playa de Marineta Casiana en Dénia y en el tramo de costa comprendido entre el puerto de Dénia y el río Girona", señala Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción.

Asimismo,elese proyecto impactará sobre los recursos pesqueros alrededor de la zona de extracción de los 66,4 millones de metros cúbicos de arena a extraer en total (el yacimiento tiene una superficie de 26 kilómetros cuadrados frente a las costas de Cullera), ya que la zona de deposición de los finos ocupará una superficie entre 165 y 230 kilómetros cuadrados, enturbiando el agua y haciendo que los bancos de peces abandonen esa zona.

Un "megaproyecto desmedido"

En la zona hay tres puertos pesqueros (València, Cullera y Sagunto) y existe la Zona Protegida de Interés Pesquero 3 Puerto Sagunto-Cabo Cullera, declarada mediante decreto del Consell en 1997. El estudio de Impacto Ambiental (EIA) reconoce la afección a tres caladeros de pesca, con un 90% de afección al caladero de Les Maricueces.

"La extracción de arena supone la destrucción del hábitat marino y de la desaparición de toda la comunidad bentónica de seres vivos (poliquetos y moluscos principalmente) que son fuente de alimento para los peces", denuncia Arribas.

Zona dañada por el oleaje en la playa de Tavernes de la Valldigna. Natxo Francés / EFE

"El proyecto impactará sobre siete espacios naturales marinos protegidos de la Red Natura 2000, como La Albufera, Cabo Roig, Montgó, Cap del Horta, L’Almadrava, Marina Alta y franja litoral sumergida de la Región de Murcia. En el caso de La Albufera la pluma de finos puede llegar a menos de 2 kilómetros del espacio", añade.

"La sinrazón de ese megaproyecto desmedido se concreta en las distancias a las que se prevé transportar la arena extraída en el yacimiento, que llegará a los 150 kilómetros en el caso de la parte meridional de la playa de San Juan en Alicante ciudad y los 220 kilómetros en el caso de las playas de Pilar de la Horadada, con un coste de transporte, en este último caso de 29 euros por cada metro cúbico transportado.

Para Ecologistas en Acción el gasto de casi 1.150 millones de euros en este proyecto supone "un total despilfarro de recursos", teniendo en cuenta "la situación de crisis social, económica y emergencia climática que vivimos, y la escasa duración de la arena depositada en las playas regeneradas, que tras los próximos temporales marinos será devuelta al mar sin duda".