¿Vuelven las velas? Todo indica que sí, aunque no serán como las convencionales, sino auténticos diseños de ingeniería que permiten instalarlas en grandes buques mercantes e incluso petroleros. Son velas rígidas que permiten ahorrar combustible en cantidades que ya justifican echar mano de este invento, que, por cierto, tiene también rostro español. Hay ya empresas nacionales que fabrican esta velas y barcos españoles que las llevan.

‘La Naumon’ es el nombre del barco con el que la compañía de teatro La Fura dels Baus va ofreciendo espectáculos itinerantes a bordo de este antiguo buque reconvertido en factoría artística. No es la única peculiaridad de esta nave de 62 metros de eslora botado en 1979 y reconvertido en 2020 para sus nuevas funciones.

También lleva instalada una visible vela rígida, cerca de la proa, que llama la atención de quienes desconocen la verdadera naturaleza de este artilugio vertical. Esta vela, denominada eSAIL, es obra de la empresa española bound4blue y consiste en un sistema de propulsión asistida por el viento (WAPS en inglés), también denominado turbovela.

La Naumon, atracado en puerto, con su vela rígida La Naumon

En realidad, no es propiamente una vela, aunque mantiene muchas similitudes con ellas. Dentro de esta estructura rígida existe una serie de motores eléctricos que, al ponerse en marcha, succionan aire del exterior. Esto produce un efecto de sustentación con el flujo de aire que rodea a la nave y que supera a su propia resistencia aerodinámica. Es un sistema muy eficiente, tanto que en comparación con una vela convencional, tiene una fuerza de sustentación hasta siete veces más potente.

La consecuencia final es que los motores del buque realizan menos esfuerzo, gastan menos combustible y, por tanto, generan menos emisiones a la atmósfera. ¿Cuánto ahorro supone esta vela rígida para el barco ‘La Naumon’? Según ha calculado el portal especializado forococheselectricos.com, comparando datos existentes en otros buques parecidos, este buque podría ahorrar al menos 50.000 euros en combustible cada año, cantidad nada desdeñable que redunda también en un recorte de la contaminación generada.

También un petrolero chino de 333 metros

Pero este no es el único barco que emplea ya este sistema propulsor. A finales del mes pasado, tenía lugar la botadura del petrolero chino New Aden, con una longitud total de 333 metros. Se trata de una auténtica bestia marina que ha decidido equipar también velas rígidas, en este caso dos pares, de 40 metros de altura cada una de ellas y una superficie total (cada una también) de 1.200 metros cuadrados.

El petrolero New Aden, navegando con sus velas rígidas CCS

Se trata de una estructura construida en composite de fibra de carbono, que se caracteriza por su alta resistencia, su bajo peso y su poca corrosión ante el salitre marino.

En este caso sí se ofrecen cifras exactas sobre el ahorro que supondrá este sistema en el consumo de combustible. A velocidad de crucero, podrá lograr una reducción del consumo del 9,8%, evitando así la emisión de más de 2.900 toneladas de CO2.

Cada una de las velas se controla mediante un sistema inteligente, que permite levantar estas estructuras con un simple botón. El ordenador de a bordo también reorienta las velas de forma automática según las necesidades.

Sin duda, se trata de un sistema prometedor que permitirá abaratar costes a la industria naviera y reducir emisiones mientras se perfecciona la tecnología eléctrica o de hidrógeno para impulsar grandes naves como estas, algo que aún parece relativamente lejano. Sin embargo, el planeta no puede esperar y, ante las turbulencias energéticas que se avecinan por la inestabilidad mundial, estas velas rígidas pueden ser una buena opción.

Enlace de la empresa Bound4blue: https://bound4blue.com/es/esail

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