Entidades de todo el mundo se han unido en el Día Mundial del Pulpo, que se celebra este 8 de octubre, para pedir a la Unión Europea que prohíba la “práctica cruel y dañina para el medio ambiente” de la cría de pulpo, como se prevé hacer en una macrogranja en España.

La Fundación Ocean Born y otras 37 ONG han dirigido un escrito a la Comisión Europea en el que se alerta de que los pulpos “son extremadamente inadecuados para la cría y existen serios problemas de sostenibilidad y de bienestar animal asociados con el desarrollo de tal industria”. Según afirman, permitir esta práctica colisionaría con la propia estrategia de la UE sobre producción sostenible de alimentos, por lo que piden que se prohíba la importación de productos de pulpo de piscifactoría.

Esta carta es consecuencia del anuncio realizado por la empresa Nueva Pescanova de abrir la primera granja comercial de pulpo del mundo en Las Palmas de Gran Canaria. Se trata de una iniciativa que con anterioridad ha sido objeto de críticas desde diversos frentes, incluyendo el científico.

Un informe publicado por Compassion in World Farming “muestra cómo los pulpos son animales indómitos, altamente inteligentes y sensibles, que sufrirían mucho en condiciones artificiales, como son las granjas industrales”.

Imagen de un pulpo en el medio natural Matt Porteous

De naturaleza solitaria, estos fascinantes animales generalmente viven y cazan solos. “Confinarlos en tanques submarinos también provocaría altos niveles de estrés que podrían conducir a la agresión o incluso al canibalismo entre los especímenes”, añade el escrito.

La gerente de Investigación de Compassion in World Farming y autora del informe, Elena Lara, ha manifestado que en este Día Mundial del Pulpo “deberíamos celebrar a estos increíbles animales salvajes en lugar de permitir que estén confinados en una granja industrial submarina. Es hora de poner fin a la agricultura industrial, no expandirla. Los pulpos son seres sintientes muy inteligentes que sientes dolor y angustia”.

Según las entidades firmantes, este tipo de explotaciones también suponen un impacto para el medio ambiente: “Alimentar a los pulpos aumentará la presión sobre las poblaciones de peces silvestres ya mermadas, exacerbada por el hecho de que se necesitan tres kilos de alimento para producir 1 kilo de carne de pulpo, de los cuales el 90% del alimento es apto para el consumo humano (cangrejo, calamar, merluza o gamba). Sus dietas carnívoras son altamente insostenibles para el medio ambiente”, según la presidenta de la fundación, Carolina Manhusen.

Ejemplar de pulpo Pixabay

La postura de Nueva Pescanova

La empresa Nueva Pescanova, por su parte, ha afirmado que su granja (que ha de comenzar a funcionar en 2023) respetará los principios de bienestar animal, así como la sostenibilidad y la economía circular. “No puede ser de otra forma, porque la legislación europea y nuestra propia política de Pescanova hace que esto sea una premisa fundamental. Para nosotros, no hay debate, nos apoyaremos en la ciencia para demostrar que nuestros cultivos respetan al máximo el bienestar animal y la sostenibilidad”, ha declarado a la emisora de la Cope en Canarias el director de Acuicultura de esta empresa, Roberto Moreno.

Para él “la evidencia científica en cuanto a la inteligencia en estos animales es escasísima”.

El objetivo de la empresa es que, a partir de 2023 empiece la producción de pulpo de granja y se alcance un volumen de 3.000 toneladas al cabo de tres años.

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