De la misma manera que los niños aprenden a hablar un idioma escuchando a quienes viven a su alrededor, así también las aves aprenden sus canciones escuchando primero a sus padres y otros adultos de la misma especie. Y, además, durante este aprendizaje desarrollan también las pequeñas variaciones en los trinos en las diferentes grupos de la misma especie, desarrollando así el peculiar ‘dialecto’ de su propio grupo.

Según un estudio realizado por la Universidad de Estocolmo (Suecia), este aprendizaje va provocando pequeños cambios de generación en generación, lo que lleva a diferencias características en el canto entre poblaciones geográficamente distintas de la misma especie. Es el mismo proceso que da lugar a los dialectos en los idiomas humanos.

El citado estudio ha descubierto que los papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) ya a los 12 días de edad reaccionan mucho mejor al escuchar canciones de su propio dialecto que si escuchan las canciones de otra especie e incluso las de diferentes poblaciones en su propia especie.

Al transmitir cantos a casi 2.000 polluelos y observar sus respuestas, los investigadores pudieron demostrar que los papamoscas jóvenes responden a cantos que son más similares a las de su propio dialecto.

Ejemplar de papamoscas cerrojillo fotocommunity

"Estos resultados establecen que las aves están 'sintonizadas' desde una edad temprana para reconocer los cantos de sus propias poblaciones, lo que condiciona el aprendizaje posterior", afirma el autor principal del estudio, David Wheatcroft, profesor asociado en el Departamento de Zoología de la Universidad de Estocolmo, en Suecia.

El canto del papamoscas cerrojillo es producido por los machos y juega un papel importante en la elección de pareja de las hembras. Conviven con los papamoscas de collar (F.albicollis), con los que están estrechamente relacionados, pero ocasionalmente se cruzan para producir descendencia infértil.

Los investigadores analizaron los cantos de 168 machos individuales de papamoscas de varios colores y de collar para comprender la variación de dichos trinos, y descubrieron que los de los papamoscas de varios colores de siete poblaciones europeas forman dialectos claramente definidos.

Incluso, los papamoscas cerrojillo jóvenes podían distinguir el canto de los papamoscas de collar incluso si las dos especies no coexistían en la misma área.

 “Hemos demostrado que las interacciones con los papamoscas de collar en particular no son impedimento para que distingan sus cantos”, afirman los autores.

La existencia de este ‘dialecto’ podría evitar que los papamoscas cerrojillo aprendan los cantos de especies estrechamente relacionadas, y probablemente promueva una barrera reproductiva previa al apareamiento entre el papamoscas cerrojillo y el papamoscas cerrojillo.

Papamoscas cerrojillo ubirds

¿Pero cómo aprenden las aves dicho dialecto? Wheatcroft cree que una explicación podría ser que los polluelos reconozcan su propio dialecto simplemente de forma innata.

“Si las diferencias en las respuestas de los primeros cantos entre las poblaciones son realmente innatas, ello sugeriría una coevolución notable entre un rasgo cultural y los genes subyacentes. “Se cree que cantar el dialecto local ayuda a los adultos a atraer parejas apropiadas”, agrega.

Estudio de referencia, en este enlace.

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