Maltrato animal

Yeguas de sangre: así son las crueles granjas de Islandia

Piden la prohibición de estas explotaciones, donde se maltrata a las yeguas preñadas para obtener un fármaco destinado a cría industrial de cerdos

Así son las crueles 'granjas de sangre' de Islandia

Así son las crueles 'granjas de sangre' de Islandia / AWF

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Mucha gente conoce los volcanes de Islandia, sus fabulosas auroras polares, sus increíbles paisajes y su cultura única. Y, sin embargo, hay un lado oscuro en esta maravillosa isla que permanece oculta al conocimiento público: las granjas de sangre. Se trata de un ejemplo extremo de crueldad animal, en el que yeguas preñadas son sometidas a golpes constantes para extraerles sangre y fabricar luego un fármaco con el que las cerdas jóvenes entran en celo antes de lo que harían en condiciones normales.

Las imágenes hechas públicas por varias entidades animalistas están dando la vuelta al mundo y muestran las prácticas intolerablemente violentas que se ejercen sobre estas yeguas. Curiosamente, estas granjas de sangre son legales en Islandia y funcionan amparadas por una normativa que, de forma paradójica, obliga a respetar el bienestar animal.

Ya este mes de abril, Animal Welfare Foundation junto a otras entidades dieron a conocer un tremendo vídeo, que puedes ver bajo estas líneas (hay escenas bastante duras) en el que se ve cómo los empleados de la granja golpean a las yeguas con maderos y palos en diferentes partes de su cuerpo mientras éstas no paran de relinchar quejándose por el dolor mientras están encerradas en una jaula de pequeñas dimensiones para que no puedan moverse.

La sangre de las yeguas preñadas se extrae en estas granjas para obtener gonadotropina coriónica equina (PSMG), que es una hormona utilizada en las macrogranjas industriales para la cría de animales. Esta PSMG forma parte de un fármaco con el que estimula a las cerdas y ovejas jóvenes a entrar en celo antes de tiempo y aumentar así la producción ganadera.

El vídeo que dio a conocer la citada entidad señala que se suelen extraer cinco litros de sangre de cada yegua todas las semanas, durante un máximo de diez semanas. Al parecer, según están evolucionando los precios de los potros, este negocio está cobrando auge en los últimos meses.

A raíz del video y la investigación realizada por Animal Welfare Foundation, el gobierno islandés, a través del correspondiente departamento de control sanitario, admitió apreciar procedimientos que vulnerarían la normativa vigente y atentarían contra el bienestar animal. Por ello, anunció una investigación.

Más de 100 granjas con 5.000 caballos

Sin embargo, el problema parece persistir. Ahora, la Fundación Franz Weber ha pedido a todos los grupos parlamentarios de Islandia que apoyen una propuesta para “acabar con las crueles granjas de sangre de yeguas”.

Interior de una de las granjas

Interior de una de las granjas / AWF

Actualmente, operan en la isla más de un centenar de pequeñas instalaciones, donde hay un total de 5.000 caballos, que son desangrados cada semana para obtener el citado PMSG.

La Fundación Franz Weber señala que la gestión que se realiza de estas granjas “vulneraría las disposiciones europeas sobre bienestar animal” y lamenta que la UE “no haya bloqueado productos resultantes de este maltrato en el territorio comunitario”.

“Las relaciones comerciales de Islandia se enmarca en el Acuerdo del Espacio Económico Europeo (EEE) y por tanto deberían respetar unos mínimos relacionados con la salud, sanidad y bienestar de los animales”, advierten desde la ONG animalista. 

Hormonas para multiplicar la producción ganadera

Los artículos veterinarios elaborados a partir de la sintetización de la PMSG favorecen un aumento de la fertilidad de hembras en las granjas, traduciéndose en más crías para engorde y venta de carne. 

Jaula con una yegua que es golpeada por un operario

Jaula con una yegua que es golpeada por un operario / AWF

“Ante la polémica suscitada por los vídeos grabados en las granjas de yeguas islandesas, diferentes agrupaciones de ganaderos de comunidades españolas como Aragón escribieron al Parlamento pidiendo no prohibir esta práctica porque resultaba lucrativa para sus respectivos negocios”, señala Rubén Pérez, coordinador de la campaña por parte de la Fundación Franz Weber.

"Los grupos de presión pro ganadería y diferentes asociaciones vinculadas con esta actividad vienen a decir al conjunto de la ciudadanía que la crueldad es aceptable si a ellos les repercute positivamente en la cuenta de resultados", añade.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es