Insectos sorprendentes

Las hormigas heridas en combate piden auxilio y son rescatadas y curadas

Emiten una señal de socorro al ser lesionadas y sus compañeras acuden a evacuarlas, descubren los científicos

Una hormiga transportando a una compañera herida

Una hormiga transportando a una compañera herida / Erik Frank

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Las hormigas son seres fascinantes que, cuanto más se conocen, más admiración suscitan. Sus increíbles costumbres y organización social presentan innumerables semejanzas con los humanos. Pero entre las características menos conocidas de las hormigas figura el que son capaces de pedir auxilio cuando son heridas en combate contra especies rivales, y además son  rescatadas, evacuadas y curadas por sus compañeras.

Según un estudio realizado sobre una especie de hormigas africanas (Megaponera analis), estas criaturas pueden 'llamar' a sus compañeras pidiendo ayuda cuando resultan heridas, iniciándose a continuación un sofisticado protocolo de evacuación y cura que salva de la muerte a una gran proporción de hormigas lesionadas. La investigación fue realizada por científicos de la Universidad de Wurzburgo y publicada en la revista Science Advances.

"Hemos observado por primera vez en invertebrados cómo los individuos auxilian a los heridos", afirmó Erik Frank, de la cátedra de Ecología Animal y Biología Tropical de la citada universidad.

Las hormigas Megaponera analis, que viven al sur del Sáhara, cazan termitas formando largas filas con grupos de entre 200 y 500 ejemplares. La mitad de ellos se adentra en los túneles de sus víctimas y tratan de matar rápidamente a un gran número de termitas.

Pero no se trata de algo fácil, porque las termitas saben defenderse bien y en estas incursiones resulta herido entre el 1 y 2 por ciento de las hormigas a causa de su enfrentamiento con el enemigo, que muerde y arranca las patas de las agresoras, según observaron los científicos en un bosque de Costa de Marfil.

Piden auxilio y son rescatadas

Lo sorprendente del caso es que, tras la batalla las hormigas recogen a sus compañeras malheridas. Éstas lanzan una señal de socorro para poder ser localizadas. Dicho SOS consiste en segregar una señal química determinada emitida a través de las glándulas mandibulares, explican Frank y sus compañeros.

Hormigas transportando a una termita apresada

Hormigas transportando a una termita apresada / Erik Frank

"Las compañeras detectan este olor, a continuación examinan las hormigas heridas y las agarran con la boca. Las heridas incluso repliegan sus patas para que sea más fácil llevarlas", explica Frank.

Se trata de un sistema de gran eficacia, que salva muchas vidas entre las ‘guerrilleras’ que han resultado lesionadas en el campo de batalla: "Un tercio de las heridas no conseguiría volver sin ayuda", asegura el biólogo.

Las lesionadas, tras ser rescatadas, reciben tratamiento en el hormiguero y se recuperan aprendiendo a andar con cuatro o cinco patas. Pero es que, una vez que han logrado recuperar la movilidad, vuelven a combatir. De hecho, "a 38 de las 40 hormigas heridas que marcamos las vimos poco después en una nueva incursión", explica el investigador.

Una colonia típica de este tipo de hormigas está formada por unos mil ejemplares, que miden entre seis milímetros y dos centímetros. Realizan entre tres y cinco incursiones al día y si dejasen atrás a las heridas, la colonia se reduciría un 28 por ciento, según los modelos empleados por  los investigadores. Por lo tanto, el sistema de rescate merece la pena.

Según Frank, no era de esperar que se diera un comportamiento así entre unos insectos sociales en los que los individuos cuentan tan poco en comparación el grupo.

Ejemplares de la especie analizada

Ejemplares de la especie analizada / Erik Frank

Y aunque hay otros dos tipos de hormigas en los que también se ha observado un comportamiento similar, éste solo se activa cuando la vida del herido corre un grave peligro, como cuando se derrumba un túnel. "Pero la vida de nuestras hormigas no corre peligro inminente. Solo han perdido una pata", apunta. Así y todo, sus compañeras no dudan a acudir a su rescate.

El biólogo Jürgen Heinze, de la Universidad de Ratisbona, considera que el comportamiento observado es muy interesante. "No es normal que se cuide de ellas especialmente y que vuelvan a participar en incursiones. No conozco nada parecido", indicó.

Según Heinze, en todo el mundo hay unas 16.000 especies de hormigas, un insecto que destaca no sólo porque puede cargar hasta diez veces su peso, sino también por sus impresionantes capacidades cognitivas.

Estudio de referencia: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2017.2457

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