Polución

Cataluña ultima un impuesto pionero a la contaminación atmosférica de los grandes buques

Cruceros, cargueros o petroleros deberán pagar por sus emisiones en la nueva norma que ultima la Generalitat

Cataluña ultima su impuesto pionero a la contaminación de los grandes buques

Cataluña ultima su impuesto pionero a la contaminación de los grandes buques / El Periódico

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Barcelona y los otros puertos de Cataluña se convertirán pronto en los primeros de España que cobrarán un impuesto a los grandes barcos por la contaminación atmosférica que generan. La Generalitat ya ha sacado a información pública la propuesta del nuevo gravamen, con el que, según algunas informaciones, prevé recaudar hasta 34 millones de euros al año.

El impuesto se aplicará a cruceros turísticos, cargueros de contenedores, petroleros y otros buques de gran tonelaje en concepto de contaminación por emisiones de óxidos de nitrógeno y micropartículas en suspensión, dos de los elementos que expulsan estos buques a través de sus chimeneas.

El anteproyecto de ley es pionero en España y viene a complementar la Ley de Cambio de Climático que aprobó el Gobierno central el año pasado, pero que eludió gravar estas emisiones contaminantes en las maniobras de atraque y fondeo de los grandes buques.

La aplicación del impuesto, que ya ha causado la consiguiente alarma y rechazo entre algunos sectores económicos y turísticos de Cataluña, será progresiva. Su recaudación servirá para alimentar el fondo para la protección y mejora de la calidad del aire.

Un gigantesco crucero en el puerto de Barcelona

Un gigantesco crucero en el puerto de Barcelona / El Periódico

El gravamen será pagado por las empresas navieras y armadores y se aplicará en buques de más de 5.000 toneladas: petroleros, cruceros y trasatlánticos, graneleros, cargueros y otros similares, que constituyen la mayor parte de los barcos que recalan en los principales puertos catalanes.

El tráfico marítimo es uno de los grandes causantes de emisiones de efecto invernadero, según todos los estudios. Los grandes barcos lanzan a la atmósfera grandes cantidades de óxidos de nitrógeno, azufre y hollín procedentes de sus motores, que usan combustibles fósiles. Estas emisiones son especialmente intensas durante las operaciones de atraque.

Los expertos señalan además que estas emisiones también tienen efectos sobre la salud humana, tanto para quienes están directamente en la cubierta de estas embarcaciones recibiendo directamente esta contaminación, como para los habitantes de las ciudades portuarias. Un solo crucero, por ejemplo, emite más contaminantes que miles de coches, según los últimos estudios científicos.

Contaminación atmosférica desde un buque

Contaminación atmosférica desde un buque / Shutterstock

Otros puertos del Mediterráneo español, como el de Palma de Mallorca, han impuesto también límites a los cruceros. En concreto, desde el año pasado, la capital balear solo permite atracar tres cruceros diarios como máximo.

Dado que esta medida ha provocado, como efecto de rebote, un incremento de las escalas en puertos vecinos, como el de Ibiza, el alcalde de esta última localidad ha anunciado su intención de limitar también la llegada de estas ciudades flotantes.

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