Árboles y clima

El relevante papel de las plantaciones de castaño en la lucha contra el cambio climático

Científicos españoles resaltan la capacidad de absorción de carbono incluso en plantaciones de baja densidad

Bosque de castaños en el parque natural de Redes, Asturias.

Bosque de castaños en el parque natural de Redes, Asturias. / Fernando Rodríguez

Ramón Díaz

Ramón Díaz

"Las plantaciones de castaños, con independencia de su principal orientación productiva (producción de fruto o madera), son elementos clave del paisaje, así como del patrimonio cultural de las zonas donde se encuentran y proporcionan importantes funciones y servicios". "Sin embargo, a menudo se ha ignorado el papel de estas plantaciones jóvenes de castaños como sumideros de carbono".

Son frases incluidas en un estudio desarrollado por investigadores españoles ha demostrado el "papel relevante" que juegan las plantaciones de castaño como sumideros de carbono en la lucha contra la crisis climática global. Incluso las plantaciones de baja intensidad, orientadas a la producción de fruto.

El estudio, desarrollado por el Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo en colaboración con el Instituto de Ciencias Forestales (ICIFOR-INIA) del CSIC, acaba de ser publicado en la revista ‘Forest Ecology and Management’.

Los resultados del estudio revelan la alta capacidad de absorción de carbono de las plantaciones de castaños jóvenes orientados a la madera. Era un resultado esperado.

No lo era tanto el relativo a las plantaciones orientadas a frutos, pero la conclusión de los investigadores es que también resultan importantes en la lucha contra el cambio climático, lo que debe tenerse en cuenta en las estadísticas generales de absorción de carbono por las plantaciones forestales.

"No obstante, la captación de carbono debe considerarse un servicio adicional que brindan estas plantaciones, que también juegan un papel importante como parte del patrimonio paisajístico y cultural de las zonas en las que crece la especie", señalan los autores.

Su consejo: "El Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) debe incluir estimaciones de los llamados 'bosques de transición' durante los 20 años siguientes a su plantación".

Gran capacidad de almacenamiento de carbono

El objetivo principal de este trabajo fue desarrollar nuevas herramientas para estimar la cantidad de biomasa aérea y subterránea almacenada por las plantaciones jóvenes de castaño durante los primeros años –menos de 25– y cuantificar su capacidad de almacenamiento de carbono, explica Pedro Álvarez Álvarez, investigador de la Universidad de Oviedo. 

Los científicos realizaron, con este propósito, dos aproximaciones: la primera para el árbol individual y la segunda, para el rodal o la masa. El nuevo conjunto de ecuaciones desarrollado por estos investigadores permitirá a los propietarios y gestores "evaluar la capacidad de absorción de carbono de las plantaciones y considerar esta característica como un servicio ecosistémico adicional y valioso", añade Álvarez.

Bosque de castaños en Banduxu (Asturias)

Bosque de castaños en Banduxu (Asturias) / Miki López

María Menéndez Miguélez, doctora por la Universidad de Oviedo e investigadora del Instituto de Ciencias Forestales, subraya que, hasta ahora, la cuantificación de la captación de carbono en nuevas reforestaciones se ha realizado utilizando métodos desarrollados para masas adultas y naturales, lo que puede dar lugar a "estimaciones inexactas" de las existencias de carbono durante los primeros años tras la forestación.

"La riqueza de nuestro trabajo, lo novedoso, reside en que hemos desarrollado nuevas herramientas (ecuaciones) para la estimación de la biomasa aérea y subterránea almacenada en plantaciones jóvenes de castaño, permitiendo la cuantificación de la capacidad de almacenamiento de carbono", comenta.

"Ajustamos un nuevo conjunto de modelos de biomasa aérea y relación raíz-brote a nivel de árbol individual sobre la base de cuatro variables independientes –diámetro del tocón, altura, diámetro normal y superficie de proyección de copa– así como la combinación de estas variables", explica.

"La expansión a nivel de masa se basó en la edad, densidad de plantación, orientación productiva de la plantación (fruto o madera), índice de sitio y covariables climáticas como posibles variables independientes”, añade la investigadora.

El castaño, especie nativa en España

Los resultados del estudio indican que estas nuevas herramientas sirven para estimar las reservas de carbono en plantaciones jóvenes. Los autores recomiendan utilizar sus ecuaciones para árboles individuales cuando se necesiten estimaciones precisas y se disponga de variables de inventario medidas.

Por lo que respecta a las ecuaciones a nivel de masa, según los investigadores, solo las que dependen de la edad pueden ser una alternativa adecuada para su uso con estadísticas forestales a escala nacional. No obstante, la inclusión de variables adicionales puede mejorar "en gran medida" la precisión de las ecuaciones.

Distribución del castaño en Europa.

Distribución del castaño en Europa. / Universidad de Oviedo / Instituto de Ciencias Forestales del CSIC

El castaño ocupa más de 2,5 millones de hectáreas en Europa. En España, los investigadores recuerdan que el castaño es una especie nativa distribuida a lo largo de 272.400 hectáreas, de las cuales 154.500 corresponden a masas puras.

"A pesar de la reconocida importancia de la castaña como fuente de diferentes servicios y provisiones, así como las recientes iniciativas para ampliar el área ocupada por la especie, el papel que las plantaciones jóvenes de castaño podrían desempeñar en la captura –efecto sumidero– y acumulación –efecto reservorio– de carbono y, por lo tanto, en la mitigación del cambio climático ha sido en gran medida ignorado", apuntan.

Este olvido puede deberse, por un lado, "al carácter agronómico o agroforestal de estas plantaciones, especialmente las plantaciones dedicadas a fruto, que frecuentemente ocupan antiguas tierras de cultivo", y por otro lado, "al hecho de que estas plantaciones suelen ser pequeñas y de propiedad privada, lo que significa que muchas de ellas no están consideradas en las estadísticas forestales", indican.

"La restauración de los bosques y el aumento de áreas boscosas a través de la forestación y reforestación se revelan como iniciativas efectivas para mitigar el cambio climático al reducir la acumulación de CO2 en la atmósfera", concluyen los científicos.

Informe de referencia: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0378112722007551#f000 5

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es