Amenaza tóxica

¿Qué son las PFAS, los contaminantes eternos que nos evenenan?

Decenas de miles de sustancias químicas penetran en el organismo humano y ponen en riesgo la salud

¿Qué son las PFAS, los contaminantes eternos que nos envenenan?

¿Qué son las PFAS, los contaminantes eternos que nos envenenan? / Jinning Li

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

El convencimiento popular de que ‘la química nos invade’ y de que, además, nos está envenenando, suele quedarse en una simple pero inquietante sospecha para la mayoría de la población. Y, sin embargo, la ciencia está confirmando no sólo esos temores, sino que incluso demuestra que la situación es aún peor de lo que creemos. Miles de sustancias diferentes, impulsadas por la potente industria química, se ocultan silenciosamente en utensilios, objetos, alimentos y toda suerte de enseres de uso cotidiano. Desde ahí, pasan a nuestro organismo y socavan nuestra salud.

Los PFAS son tan desconocidos como dañinos. Se trata de las siglas en inglés de las llamadas Sustancias Perfluoradas y Polifluoradas, unos compuestos que ya se conocen como ‘contaminantes eternos’ (forever chemicals, en inglés), dado su carácter prácticamente indestructible. El problema, además, es que no son una o dos docenas de sustancias, sino que constituyen una familia integrada por nada menos que 4.700 compuestos, y muchos de ellos están siendo comercializados sin haber dado tiempo a una evaluación rigurosa, según alertan organizaciones de expertos.

Juguetes, cosméticos, impermeables, sartenes antiadherentes, pesticidas, plásticos, pinturas, artículos de higiene personal y un largo etcétera los contienen. La cantidad de sustancias químicas en circulación es tan grande que la industria desarrolla una nueva cada 1,4 segundos, motivo por el cual resulta prácticamente imposible que los órganos reguladores de la Unión Europea puedan testar o seguir siquiera el ritmo de tal avalancha de química. En la UE se calcula que se utilizan entre 100.000 y 200.000 productos químicos y un alto porcentaje puede ser peligroso.

Enseres cotidianos incorporan estas sustancias

Enseres cotidianos incorporan estas sustancias / Agencias

Este mismo año se ha conocido un informe del Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) que ha demostrado por primera vez el alcance global de las PFAS. El problema, en resumen, es mayor de lo que se creía.

La industria desarrolla un nuevo compuesto químico cada 1,4 segundos, por lo que resulta prácticamente imposible que los órganos reguladores de la Unión Europea puedan seguirles la pista

Según la investigación, estos contaminantes eternos están presentes en al menos 17.000 enclaves de la Unión Europea, de los que más de 2.000 están clasificados como peligrosos para la salud humana. Sin embargo, lo más grave es que dicha contaminación se propaga más allá de esos lugares. «No sólo han de llamarnos la atención los puntos fuertemente contaminados, ya que son sustancias que en realidad también pueden estar presentes en entornos cotidianos, en productos y artículos de uso común o llegarnos, por ejemplo, a través de los alimentos», señala Carlos de Prada, experto y director de la campaña Hogar sin Tóxicos, especializada en la lucha contra este tipo de contaminación.

En la sangre de los adolescentes europeos

Estos compuestos, por tanto, llegan a la sangre del ser humano. El citado estudio ha evaluado hasta dónde llegan esas concentraciones de PFAS en la sangre de los habitantes de la UE. Un análisis realizado en adolescentes de los países comunitarios reveló que en algunos países, como Francia, nada menos que un 23,78% de los jóvenes analizados tenía una concentración de PFAS en sangre por encima de los niveles de seguridad. Ese porcentaje era también del 23% en Suecia, del 18% en Alemania y del 17% en Noruega y Bélgica. España, con un 1,34%, presenta una proporción menor pero no por ello menos preocupante, pues supone que más de un joven de cada 100 tiene más PFAS en sangre de los que debería tener. Ahora bien, el estudio sólo tuvo en cuenta cuatro de los miles de PFAS existentes.

Presencia en sangre en jóvenes europeos

Presencia en sangre en jóvenes europeos / Journal of Hygiene

En realidad, «la mayoría de personas lleva consigo una mezcla de sustancias químicas en la sangre», señala el estudio.

¿Pero cuáles son sus efectos sobre la salud humana? El informe de EWG revela que la exposición a múltiples PFAS puede provocar trastornos del desarrollo, enfermedades cardiovasculares y variados tipos de cáncer. Pero es que, además, aún no se ha investigado de forma seria cómo afecta la combinación de todas estas sustancias.

Un informe de la ONU publicado hace ahora un año concluyó que la contaminación química podría estar causando más muertes que la propia Covid-19. Sus autores pedían una «acción inmediata y ambiciosa» para prohibir algunas de las sustancias tóxicas.

Seguridad cuestionada

El problema, recuerda Carlos de Prada, es que la UE hasta ahora ha ido restringiendo sustancias de una en una, pero rápidamente la industria se las va ingeniando para sustituirlas por otras parecidas, de modo que resulta ineficaz el actual sistema de control.

Sea como sea, incluso cuando uno de estos compuestos se considera «seguro», al cabo de unos años puede descubrirse que no lo es. Un ejemplo lo constituye el bisfenol A, que no es propiamente una PFAS, pero actúa de forma similar. Las autoridades europeas afirman ahora, tras décadas utilizándose, que la concentración máxima para la seguridad es 100.000 veces más baja de la que estaba en vigor desde 2015 y 1.250.000 veces más baja de lo que estaba establecido antes de dicho año.

La UE quiere prohibir de golpe centenares o incluso miles de estas sustancias, en lugar de ir restringiéndolas de una en una, algo totalmente inviable

Pero las cosas pueden cambiar. En abril de 2022 la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) decidió cortar por lo sano y emprender lo que se ha empezado a llamar la ‘gran desintoxicación’. La responsable del área de sustancias químicas de la Oficina Europea de Medio Ambiente (EBB, en inglés), la española Tatiana Santos, dijo que la Comisión Europea abría «un nuevo capítulo» en esta materia. ¿En qué consistirá?

Fundamentalmente, se trata de prohibir de golpe centenares o incluso miles de estas sustancias, en lugar de ir restringiéndolas de una en una, algo totalmente ineficaz. Esta prohibición puede estar cerca de materializarse por parte de la Comisión Europea después de que cinco países (Dinamarca, Alemania, Holanda Noruega y Suecia) lanzaran una propuesta conjunta en este sentido.

Protesta contra las PFAS

Protesta contra las PFAS / Greenpeace

La propuesta fue remitida al órgano competente, la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA, en inglés) a principios de enero, y estaba previsto para este mismo mes de marzo que los expertos de esta agencia realizaran las primeras evaluaciones. No obstante, el proceso es largo y puede demorarse aún más de un año. Podría ser «la mayor prohibición de sustancias químicas tóxicas jamás realizada», asegura la Oficina Europea de Medio Ambiente.

.......

ENTREVISTA. Carlos de Prada. Director de 'Hogar sin Tóxicos'

Carlos de Prada es uno de los mayores expertos de España sobre compuestos nocivos y es autor del libro ‘Hogar sin Tóxicos’, el mismo nombre de la campaña que lidera para informar sobre una realidad muy desconocida.

"La mayoría de los compuestos no han sido bien evaluados"

Carlos de Prada

Carlos de Prada / Jose I. Mallaina

-Si las PFAS son tan nocivas, ¿por qué no están prohibidas?

-Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, de las más de 100.000 sustancias sintéticas en circulación en la UE, solo el 0,5% ha recibido una evaluación más o menos completa acerca de su toxicidad. El ritmo con el que entran estas nuevas sustancias en el mercado supera el ritmo con el que se evalúan debidamente sus riesgos y se regulan.Lamentablemente, las presiones de algunas grandes industrias están poniendo en riesgo que la UE mejore la normativa actual, actualmente muy deficiente.

-¿Dónde encontramos las sustancias más tóxicas en la vida diaria?

-Las PFAS han sido muy vastamente usadas. Se encuentran en infinidad de productos y artículos, como ciertas sartenes antiadherentes, algunos envases alimentarios en papel y cartón (en algunos casos de comida rápida o cajas de pizza), textiles hidrófugos o antimanchas, alfombras, moquetas, algunos cosméticos o productos de aseo personal, electrónica, etcétera.

-Muchas de estas sustancias actúan como disruptores endocrinos ¿Qué significa eso?

-Hace ya unos años la Sociedad Española de Salud Pública (SESPAS) decía que, al igual que las hormonas, las sustancias disruptoras endocrinas actúan a dosis extremadamente bajas y, por una serie de razones muy claras, científicamente no pueden establecerse umbrales de exposición seguros a esas sustancias. Esto es algo archisabido por la comunidad científica, aunque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) u otros organismos sigan empeñados en establecer umbrales aparentemente seguros.

-Parece que lo más dañino es el efecto combinado de estas sustancias...

-El riesgo se suele medir oficialmente sin tener en cuenta el ‘efecto cóctel’, sino el supuesto (erróneo) de que nos expongamos sólo a cada sustancia por separado. Tal y como reconocen informes como los de la OMS o los realizados por la Comisión Europea, estas sustancias provocan efectos en dosis muy inferiores a las normalmente utilizadas en los tests reglamentarios. Y añaden estos organismos que el actual paradigma de evaluación de riesgo requiere una modificación o ha quedado obsoleto.

-¿Hay posibilidades reales de que la UE prohíba de golpe miles de estas sustancias, como anuncia?

-Sí. Es algo histórico, porque, hasta ahora, la tónica ha sido ir regulando las sustancias una a una, y cuando finalmente se conseguía, la industria se limitaba a sustituir la sustancia por otra similar que, con el tiempo, acababa produciendo efectos negativos parecidos. El riesgo que existe [ante esta restricción masiva en curso] es que la industria se resista, como tradicionalmente ha venido haciendo, y, por ejemplo, pida que se concedan exenciones para el uso de algunos o muchos PFAS, alegando que su empleo es supuestamente «esencial».

.......

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es