El truco de la cerveza para acabar con las avispas de tu jardín

Un sencillo remedio casero permite ahuyentar estos insectos

Lola Gutiérrez

Cada año aparecen plagas de avispas que afectan a todas las comunidades autónomas. Y no solo de la peligrosa avispa asiática (Vespa velutina), que se caracteriza por tener un tamaño que oscila entre los 2'5 y 3,5 centímetros, según sea obrera o reina, y se distingue por tener las patas, la parte del abdomen y una parte de la cabeza de color amarillo.

"El efecto de su picadura es el mismo que al de una avispa tradicional, con atención especial a los alérgicos, a los que les podría producir un fuerte brote, pero la prevención es la misma", asegura Alfred Vázquez, agente rural del área básica de Barcelona.

Alergia

Y ese es, precisamente, el problema: en personas alérgicas -el 3% de la población española-, el veneno de la picadura de avispas o abejas puede llegar a causar un 'shock' anafiláctico, es decir, la ausencia de sangre en los tejidos y de oxígeno en los órganos, que puede paralizar el corazón, o la hinchazón de la laringe, que impide la respiración.

Para remediar esa plaga y acabar con las avispas, hay remedios caseros que incluyen productos dulces y agua, por los que las avispas sienten predilección, y trampas más sofisticadas a partir de levadura de pan, glucosa y agua, que se ponen al lado de las colmenas para que las avispas entren dentro y se ahoguen.

Por su parte, los expertos especializados en control de plagas de Anecpla recomiendan utilizar métodos químicos autorizados para la retirada de los nidos, como la inyección de un biocida en su interior para provocar la muerte de las avispas que lo habitan, y, una vez sellados, su retirada.

Cerveza

Pero en caso de que no tengas avispas o nidos de avispas en el jardín y simplemente quieras acabar con las que se te acercan, existe un método efectivo para acabar con ellas a base de cerveza. Simplemente se necesita una botella de plástico trasparente (de agua o refresco, por ejemplo) y una cerveza de tipo lager o negra, pero que no sea light, para que tenga al menos 4,4% de alcohol.

Para hacerlo, se corta la botella y se hace un embudo, poniendo la parte superior al revés de forma que el cuello de la botella queda dentro. La avispa, a la que le atrae la levadura, entra y se encuentra con el líquido, pero no puede salir.

La trampa casera también se puede hacer con vino blanco, que contiene azúcares muy atractivos también para las avispas.

El único problema de estas trampas es que también atrapan a las abejas, especies en peligro de extinción y seres muy productivos medioambientalmente hablando.

Para mantenerlas alejadas, también se puede poner ajo en las esquinas de las terrazas o balcones -las avispas no soportan su olor- o laurel.