Movilización

Un proyecto minero a cielo abierto amenaza 4.000 hectáreas de suelo en Segovia

Se amplía el ámbito de la explotación para la obtención de cuarzo en un paraje de gran importancia ecológica

Un proyecto minero a cielo abierto amenaza 4.000 hectáreas en Segovia

Un proyecto minero a cielo abierto amenaza 4.000 hectáreas en Segovia / plataformacontralamina

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

La mina a cielo abierto que está proyectada en el nordeste de Segovia para la extracción de cuarzo será mucho más grande de lo inicialmente prevista, y podría alcanzar las 4.000 hectáreas en conjunto, según han dado a conocer los colectivos vecinales que se oponen a esta iniciativa. La empresa afirma, en cambio, que el proyecto no causará daños ambientales irreversibles.

La Plataforma ciudadana contra la mina a cielo abierto en el Nordeste Segoviano presentará alegaciones al nuevo proyecto minero de Erimsa/Elkem en la comarca, una vez que la compañía gallega, de capital noruego y participada por el fondo estatal chino National Bluestar, ha solicitado 45 nuevas cuadrículas mineras (1.287 ha.) en los municipios de Sepúlveda (Duratón), Barbolla y Sotillo, para extraer anualmente 80.000 toneladas de cuarzo metalúrgico.

Así lo explica la plataforma en un comunicado, una vez que se ha publicado el proyecto en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL) y queda abierto el plazo de información pública y alegaciones. ERIMSA/Elkem tiene solicitado en el Nordeste de Segovia un primer proyecto minero que abarcaría una superficie de 2.785 ha., y ahora solicita este otro de casi 1.300 ha. más, con lo que los impactos al medio ambiente, a la salud y el patrimonio de esta zona se multiplicarán de forma exponencial, argumentan vecinos y agricultores integrados en la plataforma.

Protestas contra la mina en el nordeste de Segovia

Protestas contra la mina en el nordeste de Segovia / Efe

Este nuevo proyecto rodea varios yacimientos arqueológicos de gran importancia como Confloenta y se localiza junto a los ríos Duratón y Serrano. Según la Plataforma contra la Mina, la ubicación escogida por Erimsa/Elkem es una zona con una incuestionable herencia cultural y arqueológica, con espacios naturales protegidos, flora y fauna vulnerable.

Además, sus habitantes mantienen una forma de vida basada en la agricultura, ganadería y turismo sostenible, que se verían afectados para siempre. «Una minería de este tipo pone en riesgo nuestro patrimonio natural, etnográfico y cultural y nuestro modo de vida», afirma Marisa Moro, portavoz de la Plataforma, en declaraciones a Efe.

Río Serrano, situado en la zona

Río Serrano, situado en la zona / plataformacontralamina

«Los propios informes de impacto ambiental del promotor son demoledores», prosigue Moro, «Se acepta el daño paisajístico, la destrucción de la vegetación, la huida o muerte de fauna, el aumento de ruidos y molestias, en aras de un hipotético empleo indirecto -y tan solo 6 empleos directos- y la obtención de materias primas que, además, ni siquiera se procesan aquí­. Esta mina traerá destrucción segura de muchos de los empleos de nuestras empresas dedicadas a naturaleza y turismo y el éxodo de ganaderos y agricultores a otras zonas».

La versión de la empresa

La compañía, domiciliada en La Coruña, es una filial de la compañía noruega Elkem, cuyo accionista mayoritario es el grupo chino National Bluestar, y ha tratado de “lanzar un mensaje de tranquilidad a la opinión pública” respecto al proyecto y “escuchar las preocupaciones de los ciudadanos”, de los Ayuntamientos y las asociaciones que han mostrado sus dudas.

Área inicialmente prevista para la mina

Primera fase del proyecto de la mina / Plataformacontralamina

La empresa ha reiterado en un comunicado que sus sistema de cribado del terreno garantiza la “recuperación total de la tierra en las mismas condiciones que antes de la intervención”, ya que primero separan la capa productiva del suelo a una profundidad de aproximadamente un metro y medio.

A través del cribado, se extrae todo el material que tenga un tamaño superior a cuatro centímetros y el resto se deja en el mismo lugar, por lo que “las fincas quedan a su nivel original”, “no experimentan erosiones” y “mantienen su fertilidad”, ha precisado la empresa.

Finalmente, el proceso acaba con el allanado y subsolado después de depositar en el mismo lugar la capa productiva separada en el comienzo.

“Nadie verá grandes extensiones de terreno en las que estemos realizado el cribado porque sólo lo hacemos de dos hectáreas en dos hectáreas y únicamente cuando restauramos completamente estas fincas continuamos en otras zonas. Además, siempre en condiciones meteorológicas favorables y en régimen de alquiler”, ha señalado la empresa en el comunicado.

El río Duratón, afectado

Para Ecologistas en Acción, en cambio, los daños serían graves y afectarían sobre todo al río Duratón. En concreto, impactaría sobre la denominada Zona de Especial Conservación Riberas del Río Duratón (ZEC-ES41600849), perteneciente a la red europea de conservación Natura 2000, que discurre a través de unos 40 km del río Duratón, en dos tramos separados.

El primer tramo, de 25 km de longitud, transcurre íntegramente por la provincia de Segovia, desde el pie de monte de Somosierra y llega hasta la desembocadura de los ríos Ayuso y de la Hoz, en el núcleo de Sepúlveda.

Imagen del río Duratón

Imagen del río Duratón / plataformacontralamina

Este tramo del río resultaría afectado de lleno por el proyecto de minería a cielo abierto presentado por la empresa ERIMSA, que ha elegido entre los espacios a explotar buena parte de la vega del río, exceptuando un exiguo pasillo de 25 metros a ambos lados del cauce, explican en una nota.

La destrucción del tapiz vegetal asociada a la actividad minera, unida a la pérdida de porosidad del suelo originada por la retirada de los materiales de más de 40 mm de diámetro y a la compactación del terreno provocada por el paso de la maquinaria, provocarían fuerte un incremento de la erosión hídrica en la cuenca que alimenta al Duratón, afirma la organización.

Por ello Ecologistas en acción de Segovia concluye que la explotación minera proyectada tendría impactos indudables sobre los valores ecológicos que motivaron la declaración de la ZEC.

“Aunque se realicen zanjas perimetrales en las parcelas explotadas, en los periodos de lluvias, las aguas acabarían incorporándose a la red hidrográfica llevando unas cargas de sedimentos muy elevadas. Estos sedimentos, a su vez, provocarían un deterioro en la calidad de las aguas del Duratón dañando a las especies acuáticas”, señalan.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es