Descubrimiento

La increíble capacidad de los volcanes submarinos para atrapar CO2

Una sola estructura podría retirar de la atmósfera el dióxido de carbono equivalente a seis años de emisiones en España

La increíble capacidad de los volcanes submarinos para atrapar CO2

La increíble capacidad de los volcanes submarinos para atrapar CO2 / Efe

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Desde que el problema del cambio climático se puso encima de la mesa, han sido muchos los que han buscado una alternativa no sólo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también para capturar el que ya se ha acumulado y que permanecerá cientos de años afectando al funcionamiento atmosférico. Se ha valorado replantar los bosques talados, mejorar el rendimiento de captura de carbono del océano e incluso crear tecnología capaz de eliminarlo artificialmente. Ahora los científicos han dado un paso más y creen que también los volcanes pueden ayudar a revertir el daño causado.

Así lo pone de manifiesto un nuevo estudio publicado en la revista ‘Geology’ que ha concluido que un volcán ya extinto en las costas de Portugal es capaz de almacenar en la roca basáltica entre 1,2 y 8,6 gigatoneladas de dióxido de carbono. Una cifra equivalente a lo que emite España, respectivamente, cada 6 y 37 años.

Para los autores del artículo este hallazgo es muy prometedor. “Sabemos que la mayoría de países está haciendo un esfuerzo por descarbonizar su economía y esto podría ser un instrumento más para resolver el problema”, asegura Ricardo Pereira, geólogo de la Escuela de Ciencia y Tecnología NOVA y coautor del artículo.

En el planeta hay muchos volcanes submarinos que podrían servir para este proceso

En el planeta hay muchos volcanes submarinos que podrían servir para este proceso / Agencias

Teniendo en cuenta que, según los datos del Instituto Global CCS, durante 2022 se logró retirar de la atmósfera 42,6 megatoneladas (0,0426 gigatoneladas) de CO2 atmosférico; un solo volcán tendría la capacidad de retirar, como mínimo, un 2000% más de lo que se ha conseguido hasta el momento.

CO2 que queda almacenado en las rocas

Los volcanes extintos pueden capturar dióxido de carbono gracias a un proceso denominado “carbonatación mineral in situ. En este proceso, el CO2 reacciona con los elementos que contienen ciertos tipos de roca, como calcio, magnesio o hierro, para producir nuevos minerales (calcita, dolomita y magnesita) que son capaces de almacenar el dióxido de carbono de manera permanente.

Los basaltos volcánicos son por ello candidatos ideales a realizar estas reacciones, ya que cuentan con grandes cantidades de estas rocas ricas en minerales estratégicos. Al descubrir este proceso, los investigadores decidieron estudiar mejor el volcán Fontanelas, en las costas de Portugal. Lo eligieron por varias razones. Por un lado, la estructura del volcán podría proporcionar una arquitectura ideal para la inyección y el almacenamiento de carbono. Por otro, las rocas que contiene son las adecuadas para ocasionar la reacción deseada. Por último su ubicación era ideal: ni demasiado lejos ni demasiado cerca de las poblaciones colindantes.

El volcán se encuentra a 100 kilómetros de la costa de Lisboa y su pico, a unos 1.500 metros por debajo del nivel del mar. En España la erupción submarina más reciente es la de Tagoro (El Hierro) y consiguió ascender hasta los 88 metros por debajo del nivel del mar.

Hasta ahora, la mayoría de los proyectos de captura de carbono se han basado en la inyección de dióxido de carbono en cuencas sedimentarias porosas que están selladas para evitar la migración del gas fuera de los embalses. En estos casos, se espera que el carbono comience a formar minerales en algún momento, pero nunca será antes de que pasen varias décadas o siglos.

Esquema del proceso

Esquema del proceso / Geology

El beneficio de hacerlo en roca basáltica es que el proceso es mucho más rápido. En 2016, un estudio realizado en Islandia mostró que hasta el 95% del dióxido de carbono inyectado en los basaltos subterráneos de la isla se habían mineralizado en tan solo dos años.

"Lo que hace que la carbonatación mineral sea realmente interesante es el tiempo. Cuanto más rápido ingresa a un mineral, más seguro se vuelve, y una vez que es un mineral, es permanente", resalta Davide Gamboa, geólogo de la Universidad de Aveiro y coautor del artículo. Y es que un tiempo de mineralización mucho más corto consigue que el proceso sea más seguro y efectivo. No en vano, una vez que el carbono se almacena en los minerales, los problemas como las posibles fugas ya no son una preocupación.

Para estimar el volumen potencial de dióxido de carbono que podría almacenarse en este sitio, los autores utilizaron estudios sísmicos 2D y 3D del volcán submarino, que se llevaron a cabo durante una exploración de petróleo en alta mar y las muestras recogidas en la zona en 2008. Las muestras tenían hasta un 40% de espacio poroso, lo que significa que hay espacios dentro de las rocas donde se podría inyectar y mineralizar dióxido de carbono.

Si bien este estudio demostró una gran capacidad potencial de almacenamiento de carbono en el volcán Fontanelas, los autores destacan que muchos otros lugares del mundo pueden tener volcanes marinos similares que podrían ser candidatos para la captura y el almacenamiento de carbono.

Estudio de referencia en este enlace.

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