Cambio climático

El calentamiento del Océano Antártico dispara las sequías en África y las precipitaciones en Brasil

Las consecuencias del alza de las temperaturas en los polos se dejan sentir en buena parte del planeta

El calentamiento global está provocando la disminucion acelerada del hielo antártico.

El calentamiento global está provocando la disminucion acelerada del hielo antártico. / Pixabay

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El calentamiento acelerado de las regiones polares está redefiniendo los patrones climáticos globales y las consecuencias se dejan sentir en buena parte del planeta. Pero hay diferencias: aunque el Océano Antártico se calienta más lentamente que el Ártico, tiene un impacto desproporcionado en los regímenes de lluvias tropicales y, por ejemplo, podría agravar las sequías en el Sahel africano y aumentar las precipitaciones en el noreste de Brasil, con implicaciones críticas para poblaciones vulnerables.

Es la principal conclusión de un estudio publicado en ‘Nature Communications’, que confirma que las regiones polares se están calentando hasta cuatro veces más rápido que el promedio global. Esto se debe a lo que los científicos denominan 'amplificación polar’, una combinación de mecanismos de retroalimentación que explican la especial vulnerabilidad de estas regiones al calentamiento global.

El caso es que mientras el Ártico ha perdido el 50% de su hielo marino estival desde 1979, el Océano Antártico mantuvo una tendencia estable hasta 2014, seguida de un colapso récord en 2023. Este contraste, según la investigación, está vinculado a diferencias en la circulación oceánica y la capacidad de los modelos climáticos para simular interacciones complejas entre el hielo marino y las temperaturas.

"El Océano Antártico ha sido un punto ciego en las proyecciones climáticas. Nuestros resultados muestran que incluso un calentamiento moderado aquí puede contrarrestar efectos esperados en el Ártico", explica Hyo-Seok Park, autor principal del estudio.

El aumento de las temperaturas en los polos es hasta cuatro veces mayor que en los trópicos.

El aumento de las temperaturas en los polos es hasta cuatro veces mayor que en los trópicos. / Pixabay

Volviendo a la ‘amplificación polar’, uno de los mecanismos de retroalimentación es que a medida que el hielo se derrite deja al descubierto la superficie del océano. El hielo refleja gran parte de la luz que recibe, en torno al 70%, mientras que el océano absorbe la mayor parte de la luz, alrededor del 90%

No obstante, algunos estudios han concluido que la principal causa de la ‘amplificación polar' es la retroalimentación entre el derretimiento del hielo marino y el calentamiento, ya que a mayor calentamiento se derrite más hielo marino, lo que a su vez genera más calentamiento. Y esto parece darse en mayor medida en el Antártico que en el Ártico.

Riesgos crecientes

El equipo llegó a estas conclusiones tras analizar 42 modelos del Proyecto de Intercomparación de Modelos Climáticos (CMIP6), bajo el escenario de emisiones medias, que prevé un aumento de 2ºC a 3°C para 2100. Los investigadores complementaron estos datos con experimentos de ‘nudging’ (ajuste artificial de temperaturas oceánicas) en otro modelo climático.

Los hallazgos clave fueron:

  1. Sensibilidad asimétrica: Un calentamiento de 1°C en el Océano Antártico altera las lluvias tropicales tanto como 1.5°C en el Ártico.
  2. Efectos regionales: El noreste de Brasil podría registrar aumentos de precipitación del 8% al 10%, mientras el Sahel sufriría reducciones del 10% por cada grado de calentamiento antártico.
  3. Mecanismos clave: El calentamiento antártico debilita los vientos alisios del Pacífico, favoreciendo patrones similares a El Niño y modificando la Zona de Convergencia Intertropical (ITCZ).

El Sahel, región semiárida entre el Sahara y África subsahariana, se enfrenta a riesgos crecientes. "En los modelos con mayor calentamiento antártico, las lluvias en el Sahel disminuyen de manera importante por cada grado de aumento global", señala Hyein Jeong, coautora del estudio. Esto agravaría la inseguridad alimentaria en una zona donde 135 millones de personas dependen de la agricultura de subsistencia.

Una aldea del Sahel cerca de Tombuctú (Malí), al borde de la Gran Muralla Verde.

Una aldea del Sahel cerca de Tombuctú (Malí). / FAO

En contraste con lo anterior, el noreste de Brasil –históricamente castigado por sequías– vería aliviada esta situación. Los experimentos realizados por el equipo de Jeong apuntan a que el calentamiento antártico induce flujos de humedad desde el Atlántico Sur, aumentando las lluvias hasta 400 litros por metro cuadrado anuales. No obstante, los autores advierten que este efecto podría variar según otros factores, como la Oscilación del Atlántico Norte.

El rol de los aerosoles

El estudio compara estos impactos con los del debilitamiento de la Circulación Meridional del Atlántico (AMOC), responsable del ‘agujero de calentamiento’ en el Atlántico Norte. "Los cambios inducidos por el Antártico son igual de significativos, pero menos estudiados", señala Sarah M. Kang, coautora del estudio.

Aunque el trabajo ofrece ‘insights’ (valores que aportan conocimiento) novedosos, tiene limitaciones. Los experimentos de ajuste artificial de temperaturas oceánicas se basaron en un solo modelo (el denominado CESM2), y no consideraron plenamente el rol de los aerosoles, que amortiguan el calentamiento en el Hemisferio Norte. "La reducción futura de aerosoles podría acelerar el calentamiento ártico, alterando estos patrones", reconoce Park.

Bajo escenarios de altas emisiones, los efectos antárticos se diluyen frente al calentamiento global generalizado, pero en trayectorias bajas, su influencia es más marcada. "Esto subraya la urgencia de reducir emisiones de gases de efecto invernadero para evitar puntos de no retorno", concluye Jeong.

Océano Antártico.

Océano Antártico. / Pixabay

El estudio desafía la narrativa tradicional centrada en el Ártico y exige integrar al Océano Antártico en políticas de adaptación. Para regiones como el Sahel o el noreste brasileño –entre otras–, esto implica diseñar estrategias que consideren no solo las emisiones locales, sino cambios remotos en los océanos polares.

Mientras la comunidad científica profundiza en estos mecanismos, la advertencia de los científicos es clara: "El destino del clima tropical, y por extensión del planeta, está ligado tanto al hielo antártico como al ártico e ignorar esta conexión podría costar vidas y economías en las próximas décadas".

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