Los conductores de más de 75 años y que conducen vehículos con una antigüedad superior a 12 años son los que tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente mortal, según un estudio recogido en la revista Anales del Instituto de Actuarios Españoles.

El informe 'Longevidad de los conductores y antigüedad de los vehículos: impacto en la severidad de los accidentes', recogido por Europa Press, pone de manifiesto que la combinación de una elevada antigüedad del vehículo con un conductor de edad avanzada incrementa de forma significativa la probabilidad de sufrir un accidente de graves consecuencias.

En este sentido, el texto apunta que los vehículos nuevos "son más seguros", al incorporar nuevas tecnologías y disponer de sistemas de asistencia a la conducción que recortan el número y la gravedad de los accidentes viales.

"Rejuvenecer el parque automovilístico entre los conductores mayores se antoja especialmente necesario para reducir la siniestralidad vial", subraya el estudio elaborado por Mercedes Ayuso, Rodrigo Sánchez y Miguel Santolino de la Universidad de Barcelona.

Además, destaca que dicho rejuvenecimiento del parque automovilístico entre los conductores veteranos mejoraría la seguridad vial y motivaría el impulso de la movilidad y vida independiente entre el colectivo de personas de mayor edad.

Por ello, pone sobre la mesa la posibilidad de poner en marcha acciones y políticas socieconómicas especialmente dirigidas a este segmento de población, pero teniendo en cuenta que la decisión de cambiar de vehículos entre estas personas "puede estar limitada por la complejidad y diseño de las tecnologías que estos vehículos incorporan".

"La antigüedad de los vehículos y la edad de los conductores, tradicionalmente, han sido dos características de suma importancia para las compañías aseguradoras en el análisis de sus carteras, en el ramo del automóvil. Una adecuada comprensión de la evolución que están experimentando estos dos factores de riesgo, así como de su comportamiento conjunto y el impacto que suponen en la gravedad de los accidentes, son fundamentales para una adecuada tarificación", aseguran los autores del documento.

Envejecimiento de la población

Por otro lado, el texto 'Longevidad de los conductores y antigüedad de los vehículos: impacto en la severidad de los accidentes' recuerda que la población española se ha envejecido en los últimos años, ya que entre 2007 y 2016 la población de más de 65 años pasó de representar el 16,47% al 18,86% del total.

También destaca que en 2007 el 33,92% de los adultos mayores de 65 años conducía, una cifra que se elevó al 43,37% en 2016, lo que representa una evolución que adelanta que en los próximos años habrá una población más envejecida y conduciendo por más tiempo.

"Estos dos hechos pueden tener un impacto significativo en las compañías aseguradoras", afirma, al tiempo que adelanta que se observará un aumento en el coste cuando los conductores son mayores de 65 años y, por tanto, una mayor siniestralidad para las compañías aseguradoras.