Decir que llevar una motoentraña más riesgo que conducir, es una obviedad. Pero un estudio de Safer City Global Benchmarking for Urban Road Safety” para la OCDE, evalúa con cifras exactas cómo de peligroso es llevar una moto frente a otro tipo de medios de transporte.

Según el estudio, existe un riesgo 17 veces mayor de fallecer viajando en moto que en coche, por kilómetro recorrido. Una estadística que se eleva más si cabe si se toman como referencia los desplazamientos por ciudad. En la urbe es 32 veces más arriesgado ir en moto que en un turismo.

Pero la moto no sólo sale malparada si se enfrenta al coche. También existe 4 veces más de riesgo de fallecer que si se viaja en bicicleta; 3 veces más que si se va andado; y nada menos que 450 veces más que si se viaja en autobús.

Y esto es debido a la exposición del motorista. Independientemente de si es o no el culpable y causante del accidente, lo más seguro es que sea eso sí, el más perjudicado. Y esto es porque según estudios de biomecánica, los motoristas están sujetos a aceleraciones y desaceleraciones considerables; sus motocicletas no cuentan con una zona de absorción de impacto y pierden estabilidad mucho más fácilmente que, por ejemplo, un turismo. Da igual que el motorista impacte con su cuerpo contra el vehículo o contra el asfalto, igualmente tiene muchas probabilidades de sufrir daños graves si la velocidad a la que viajaba era elevada.

Esta exposición del motorista se ve claramente reflejada en un estudio de siniestralidad de 2019, último año de normalidad vial debido a la pandemia de coronavirus. En ese año perdieron la vida 417 motoristas, lo que supone 58 más que en 2018. Además, es el colectivo que menos ha reducido la mortalidad en la última década. Las víctimas mortales que viajaban en autobús se redujeron entre 2009 y 2019, un sorprendente 88% y las de turismos un 49%; mientras que en moto tan solo un 5%.

Una estadística claramente desfavorable en la que probablemente también influya que la moto es el medio de transporte que más ha crecido en este tiempo. En diez años, el parque de motocicletas ha aumentado un 38%; mientras que el de autobuses solo un 4% y el de turismos un 12%. Más concretamente, la venta de motocicletas en la UE se incrementó un 8% en 2019.

En NeoMotor somos tan amantes de las motos como de los coches, y nada más lejos de nuestra intención que criticarlas. Si publicamos este estudio es para que los motoristas tomen conciencia de la responsabilidad que supone llevar una moto. En gran medida, la siniestralidad en este medio de transporte es consecuencia directa de la falta de formación y preparación, así como de la falta de concentración como demuestra el informe Dekra sobre Seguridad vial de vehículos de dos ruedas (2020). En éste se menciona un comportamiento denominado ‘conducción en Flow’. En este estado, una persona se sumerge completamente en una actividad; disminuye el control y la reflexión conscientes; su estilo de conducción se hace más arriesgado y más rápido de lo que sería adecuado. La sensación de flujo suele estar acompañada, por tanto, de una velocidad excesiva y solo se abandona cuando el afectado experimenta una fuerte distracción:una sorpresa o un miedo repentinos. En el tráfico rodado, esto suele ir vinculado a un ‘casi accidente’.