La movilidad eléctrica y las limitaciones de acceso a las ciudades, con la implantación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), son los principales cambios de paradigma en movilidad urbana para los próximos años. El tráfico en nuestras ciudades va a cambiar de forma significativa, ampliando el espacio disponible para el peatón y el transporte público, a la vez que se reduce el número de carriles para coches convencionales.
Más pronto que tarde y siguiendo la implementación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, los vehículos más antiguos (los de gasolina matriculados antes del año 2000 y los vehículos de gasoil anteriores al 2006) y, por tanto, más contaminantes, van a ver limitada su capacidad de circulación en el interior de las ciudades.
El gran avance en conectividad de las instalaciones de telecomunicaciones en la ciudad y las últimas generaciones de sensores, especialmente las cámaras LPR (con reconocimiento de matrículas), han posibilitado la ejecución de proyectos de limitaciones de acceso y sensorización en las ciudades.
El uso de la inteligencia artificial aplicada a reconocimiento de vídeo, hoy en día, permite incluso generar filtros que contabilizan vehículos, peatones o ciclistas, según la necesidad, y todo ello de manera anonimizada.
Esta información vinculada con el resto de datos mediante plataformas denominadas Smart Cities o ciudades inteligentes, destinos turísticos inteligentes, y mejoras en la gobernanza de la ciudad, pueden ser especialmente útiles para ciudades turísticas, con problemas recurrentes de movilidad.
Debido a la organización municipal que nos es propia, sin agrupaciones departamentales como funcionan en países vecinos, los modelos la implantación son locales, cómo lo deben ser las iniciativas que cada ayuntamiento desarrolle. Los fondos europeos Next Generation, actualmente en marcha, ayudan con subvención de hasta el 90% iniciativas de este tipo.
Desde 2017 PMUS & CIVIL ha tenido el privilegio de participar en procesos, tanto de diseño, obtención de subvenciones, como de implantación de medidas de mejora de la movilidad para corporaciones municipales de cualquier tamaño.
Ciudades como Alicante, Benidorm, El Campello, Almoradí y Benitachell ya se han beneficiado de alguna de sus actuaciones en mejora de movilidad.
En la actualidad trabajan con Alicante, Benidorm, Cox, Gandía, Novelda y Sax en la conceptualización de documentos de movilidad, que incluye, en ocasiones, la definición de zonas de bajas emisiones y, en otras, el desarrollo de las fases iniciales de los planes de movilidad urbana y sostenible. No obstante, los proyectos más novedosos son los que están desarrollando para definir actuaciones de movilidad eléctrica, que publicarán próximamente.
El desarrollo de políticas de movilidad enfocadas al transporte urbano con tracción eléctrica, bien sea para vehículos de transporte público, equipos de distribución de mercancía, motocicletas de reparto, coches y motos eléctricas, o patinetes y bicicletas con batería, son el siguiente escalón en la planificación de la movilidad y, por qué no decirlo, de la planificación de la ciudad, tanto desde el punto de vista urbanístico, como funcional.
La gestión de la movilidad es y, sobre todo, va a ser un elemento de cambio disruptivo en nuestra relación con el espacio urbano que poblamos: la ciudad.
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