El Hyundai Kona N es una versión radical del SUV compacto y la última incorporación a la sorprendente gama N del fabricante surcoreano, formada por el i30 N e i30 Fastback N, el i20 N y esta variante del todocamino. Son coches pensados para disfrutar, y con detalles que sacan una sonrisa a los amantes de la gasolina y las sensaciones fuertes.
Con una longitud de 4.215 mm, una anchura de 1.800 mm, una altura de 1.565 mm, y una distancia entre ejes de 2.600 mm, el Kona N es 10 mm más largo que el normal. Un espacio de almacenamiento de 361 litros permite realizar infinidad de actividades al aire libre. Las llantas de 19 pulgadas, diseñadas para reducir al máximo su peso e incrementar su resistencia, aportan una gran presencia y un aspecto muy deportivo.
El Kona N mantiene las características que definen a la gama de deportivos de Hyundai, empezando por el añadido de varios elementos estéticos que lo convierten en un coche muy llamativo, como un paragolpes específico, que le hace ganar un centímetro de longitud, un alerón grande, una luz de freno triangular y las dos grandes salidas de escape. También apuesta por detalles en color rojo y por el color azul exclusivo de la gama N, aunque se pueden elegir otros. En combinación con el sonido de su motor, el Kona N es uno de esos coches que al oirlo hacen volver la cabeza.
El interior mantiene el diseño del resto de versiones del Kona, pero también incluye un equipamiento exclusivo que mejora su calidad general. Cuenta con Head-Up Display, una pantalla central de 10,25 pulgadas y cuadro de instrumentos digital, así como el volante específico de la versión con los botones para activar el modo N. Equipa el último sistema operativo de Hyundai, que funciona rápido y es intuitivo y cuenta con funciones exclusivas como el cronómetro para circuito o el modo ’N’, con información detallada. El cuadro de instrumentos es también digital. La accesibilidad es buena y sus asientos deportivos se ajustan muy bien al cuerpo.
Bajo el capó del Kona N tenemos el motor 2.0 T-GDI de Hyundai, un bloque turbo alimentado de cuatro cilindros que desarrolla una potencia de 280 CV y un par de 392 Nm, que se asocia con una caja de cambios automática de ocho relaciones. Su aceleración, con el ‘Launch Control, lo catapulta hasta los 100 km/h en 5,5 segundos, y recupera de maravilla, trabajando junto a una caja de cambios que incluso en modo normal deja que suban las revoluciones.
Al contar con suspensión adaptativa, puede ofrecer cierta comodidad en el modo normal, aunque es igualmente firme. En su configuración más dura es bastante incómodo, pero en contrapartida encontramos un coche que encadena curvas con una soltura destacable, pese a ser un todocamino, eliminando cualquier atisbo de balanceo, mientras el motor se encarga de ofrecer una salida de curva poderosa y sus frenos lo detienen sin demasiados problemas. Su dirección además, es directa y está muy bien ajustada. Es un coche muy divertido, con detalles que agradecerán los más puristas como la capacidad de llevarlo al corte de inyección si apostamos por conducirlo con las levas.
En definitiva, es un todocamino sí, pero su hábitat natural no es el monte ni la ciudad, sino el circuito. Por cierto, como en todos los deportivos, lomejor es no mirar el consumo. En cuanto al precio, parte desde 45.600 euros, y es un coche de los que cada vez quedan menos.
