Rolls-Royce ha hecho caso a sus clientes, que le han «implorado» que no hiciera ningún cambio importante respecto a la octava generación del Phantom de 2017, y en respuesta a estas demandas sólo se han incorporado ligeros toques de diseño, adornos y adaptaciones. «No se trata de lo que debe cambiarse, sino de lo que debe conservarse y protegerse», aseguran desde la marca de lujo inglesa. Por eso el fabricante se ha limitado a denominarlo como «una nueva expresión».

En el diseño exterior lo más llamativo es la introducción de una nueva línea horizontal pulida entre las luces diurnas por encima de la parrilla, que aporta modernidad al coche, al mismo tiempo que ensalza la presencia de insignia ‘RR’ y la estatuilla del Espíritu del Éxtasis cuando el coche se ve de frente. Al igual que su hermano pequeño, el Ghost, la parrilla ahora está iluminada.

Por dentro. El interior del Rolls-RoycePhantom Series II permanece casi inalterado, y el volante es un poco más grueso. Rolls-Royce

Tras la parrilla está el corazón del Phantom, que para variar sigue siendo el mismo. El ya tradicional motor V12 de 6,75 litros, que produce 571 CV con una caja de cambios de ocho velocidades y que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 5.4 segundos. En cuanto a consumos y emisiones, son los siguientes: 15,5 l/100 km de media WLTP y 351 g/km de CO2 para el Phantom Serie II de longitud normal y 15,5 l/100 km y 353 g/km para el Phantom Extended Series II.

En la vista lateral no se ha tocado nada, tan sólo se pueden pedir nuevas llantas.

En el interior lo más destacado es la utilización de un nuevo volante ligeramente más grueso, que proporcionan un mejor tacto para la conducción, si bien al propietario del Phantom suele ir en la parte trasera, y lo que más le va a importar es que se puede pedir la edición Phantom Platino con nuevas tapicerías para los asientos. Los delanteros están acabados en piel, mientras que los traseros están tapizados una tela de un color que recuerda al apreciado metal que le da nombre.

El reloj del Phantom Platino tiene un acabado helado. Rolls-Royce

También se ha creado especialmente para el Rolls-Royce Platino, un acabado especial para el techo Starlight. En este caso las ‘estrellas’ están colocadas para atraer la mirada hacia atrás, con estrellas fugaces que siguen el amplio arco del patrón.

Al margen de esta edición especial, el Rolls-Royce Phantom se ha diseñado deliberadamente para ofrecer un «lienzo en blanco» para convertirse en lo que el cliente desee a través de sus infinitas formas de personalización.

El «nuevo» Phantom estrena el sistema «Rolls-Royce Connected», que permite enviar una dirección directamente al coche desde la aplicación «Whispers», proporcionando una navegación perfecta. Con sólo pulsar un botón, muestra la ubicación del vehículo en tiempo real, su estado de seguridad y su estado de «salud»; además, con esta aplicación el propietario puede ponerse en contacto con su concesionario Rolls-Royce para solicitar cualquier servicio o información sobre el coche.