La estrategia de las firmas automovilísticas para cumplir con las exigencias medioambientales frente al cambio climático van mucho más allá de producir coches eléctricos, como demuestra la estrategia de descarbonización Next Level de SkodaSkodapara el año 2030.

La firma checa se ha fijado ambiciosos objetivos para reducir la huella de carbono de sus actividades empresariales a lo largo de toda la cadena de valor, lo que ha contribuido a que el Grupo Volkswagen se convierta en la primera empresa automovilística del mundo en cumplir con los requisitos del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Unión Europea y la taxonomía de la UE. Esta ofensiva sostenible de Skodase puede dividir en distintos frentes:

Gama eléctrica

Skoda va a lanzar de aquí a 2026 tres nuevos modelos 100% eléctricos, con lo que pretende cumplir su objetivo de vender en Europa más de un 70% de este tipo de coches para 2030. Con esta estrategia quiere reducir las emisiones de CO2 de su flota en más de un 50% para este periodo.

Descarbonización

Las energías renovables en los procesos de fabricación de la compañía checa están reduciendo significativamente las emisiones de CO2. Un proceso que se irá incrementando gradualmente hasta que las tres plantas de Skoda funcionen con cero emisiones netas de carbono en 2030. Además de utilizar energías renovables, la marca también trabaja en el reciclaje de residuos, el uso de materiales y procesos eficientes en lo relativo a los recursos, y emplea una logística mayoritariamente ecológica.

Materiales reciclados

Como demostró con el prototipo Vision 7S, Skoda recurre cada vez más a los materiales naturales, reciclados y reciclables. Además de los metales y el vidrio, está incorporando plástico reciclado en sus nuevos vehículos. Es el caso del Enyaq iV, que tiene las fundas de los asientos hechas de lana nueva y botellas de PET recicladas. El próximo paso sería el empleo de materiales compuestos provenientes del plástico y fibras de remolacha o de la caña de la planta Miscanthus. Se está investigando además el uso de cáscara de arroz, cáñamo, corcho y fibras de coco.

Segunda vida para las baterías

Skoda está utilizando baterías de alto voltaje de vehículos eléctricos ya usadas en sistemas de almacenamiento de energía estacionarios antes de reciclarlas. Esta segunda vida reduce con eficacia la huella de carbono de las baterías.

Con todo lo expuesto anteriormente y otras muchas medidas medioambientales, ya se ha logrado que el Enyaq iV se produzca con un balance neutral de carbonoEnyaq iV. Skoda compensa las emisiones de CO2, actualmente inevitables durante la producción, a través de la compra de créditos de carbono certificados. Además, la empresa apoya la expansión de las fuentes de energía renovables en Europa. Por ejemplo, el fabricante de automóviles participa en la construcción de un nuevo parque eólico en Finlandia.

De igual modo, la compañía fundó en 2021 su propio Consejo Externo de Sostenibilidad, convirtiéndose en una de las primeras empresas de República Checa que se vale de la experiencia de su propio comité en este ámbito.

Pero Skoda no sólo centra sus esfuerzos en los procesos de producción y en los modelos de su gama, sino que también fomenta la sostenibilidad con detalles como ofrecer bicicletas como vehículos de sustitución para los clientes en las citas de revisión o, como hace en general el Grupo Volkswagen, invitando a sus empleados a que consideren contribuir individualmente a la sostenibilidad y la protección del medioambiente en conmemoración del Día de la Tierra cada 22 de abril.