Igualdad y equidad, ¿términos complementarios o independientes en la brecha de género?

España es uno de los países del mundo con menor brecha de género.

España es uno de los países del mundo con menor brecha de género. / Información

Tamara Pérez

Tamara Pérez

En el Día Internacional de la Mujer, se aviva el debate entre dos conceptos: igualdad y equidad. A menudo se utilizan como complementarios pero, ¿realmente se pueden considerar así? O, por el contrario, ¿reflejan realidades diferentes que requieren soluciones independientes y específicas para un caso concreto?

Repasemos y aclaremos el significado de ambos términos.

La igualdad se refiere a tratar a todas las personas de la misma manera, sin detenerse en sus diferencias o cuestiones personales. Sin duda, este es un principio fundamental que contempla que todos los individuos tienen los mismos derechos y oportunidades en la calle y frente a la ley.

Por otro lado, la equidad pone el foco en la idea de justicia y distribución coherente tanto de recursos como de oportunidades, atendiendo las necesidades y circunstancias individuales. Asimismo, reconoce las desigualdades existentes y busca que sean corregidas para garantizar que cualquier persona tenga la capacidad de alcanzar su máximo potencial en cualquier ámbito.

En este contexto, la igualdad establece las reglas básicas para crear oportunidades justas, pero con la necesidad de ser equitativas para asegurar que todas las personas puedan participar. Dicho de otro modo, aunque a menudo buscamos la igualdad de oportunidades, la realidad es que esto puede llevarnos a la exclusión, aunque esa no sea nuestra intención inicial. Y es que la misma bicicleta no sirve para todos. Es por ello que habría que dar a cada persona una bicicleta que se adapte a sus necesidades y condiciones particulares.

Haciendo referencia a la realidad actual, es evidente que el trabajo hecho hasta el momento ha tenido sus frutos, consiguiendo que España se encuentra entre los primeros 20 países del mundo con menor brecha de género, según el Informe publicado por el Foro Económico Mundial en 2023. Esto demuestra que estamos en el camino correcto, derribando determinados obstáculos como la falta de representación en muchos puestos considerados de liderazgo. 

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Este informe, que evalúa diversos indicadores relacionados con la igualdad de género en más 146 países, e incluso detalla la diferencia con respecto a 2022, pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar las disparidades de género que aún persisten en España. A pesar de los avances logrados en las últimas décadas en materia de igualdad, queda patente que todavía queda mucho trabajo por hacer para alcanzar una verdadera equidad entre hombres y mujeres que abarque todos los ámbitos.

Actualmente, uno de los aspectos más preocupantes es la brecha salarial entre hombres y mujeres. A pesar de las medidas implementadas para promover la igualdad salarial, las mujeres españolas continúan percibiendo, en promedio, salarios inferiores a los hombres, aunque ambos realicen el mismo trabajo. Esta disparidad no solo afecta a la estabilidad económica de las mujeres, sino que también perpetúa la desigualdad de género existente, en general, en el ámbito laboral.

Otro aspecto destacado es la representación política y el acceso de las mujeres a puestos de liderazgo. Aunque en los últimos años ha habido un aumento considerable en la presencia de mujeres asumiendo cargos políticos y directivos de reconocido prestigio, aún quedan algunas barreras y otros tantos baches que dificultan su participación plena y equitativa en el proceso de la toma de decisiones, en su magnitud.

Por ello, en la conmemoración de este Día Internacional de la Mujer, es crucial detenernos y reflexionar sobre cómo podemos continuar avanzando para conseguir una sociedad todavía más equitativa, donde las mujeres tengan las mismas oportunidades de prosperar que cualquier otra persona, sin ningún tipo de barrera. El compromiso colectivo para desmantelar las desigualdades es necesario, y promover así la inclusión e igualdad de género en cualquier ámbito de la vida.

Asimismo, cabe señalar que la lucha por la igualdad y la equidad no es cosa de un solo día al año, sino que debe ser un compromiso real y constante que englobe a la sociedad en general, en la búsqueda de un mundo más inclusivo, justo y equitativo para todas las personas, independientemente de su género. 

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