El debut de España en el Mundial de Qatar fue abrumador: lo atestigua el resultado, 7-0, la mayor goleada del combinado nacional en su historia mundialista, pero también otros datos facilitados por la FIFA tras el partido.

España intentó 1.061 pases, de los cuales 1.003 fueron exitosos. Tuvo un 75 por ciento de posesión (el 82 por ciento, según otras páginas web de análisis de datos).

Realizó siete disparos entre los tres palos, con un cien por cien de eficacia. Siete disparos, siete goles.

La banda izquierda, con Alba y Olmo como protagonistas, fue el canal donde más y mejor fluyó el ataque de la selección: el 50 por ciento de las llegadas a la zona de tres cuartos llegaron por el carril izquierdo (el 20 por ciento, por el derecho).

La ruptura de líneas rivales también llegó, sobre todo, por la izquierda: hasta en 73 ocasiones superó Alba a algún rival en la medular para iniciar el ataque de España.

Los datos de la FIFA confirman que España realizó 66 acciones de peligro en la zona de tres cuartos, por tan solo cinco de Costa Rica.

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La selección minimizó absolutamente a Costa Rica: el equipo centroamericano ni siquiera remató. Unai Simón jugó uno de los partidos más plácidos de su carrera.

España sacó cinco saques de esquina, por ninguno de la selección rival.