No pudo repetirse la perfección del debut contra Costa Rica, pero España compitió hasta el final ante Alemania en un pulso equilibrado que dejó a Luis Enrique con sensaciones contradictorias. Satisfecho por la ambición y la idea de juego, pero molesto por algunos errores que acabaron lastrando a la Roja.

"Creo que cuando vea otra vez el partido me va a gustar más que la sensación que tengo ahora mismo", reconoció el seleccionador, que evitó cualquier amago de pesimismo. "Si nos dicen que íbamos a estar líderes antes de la última jornada y que dependeríamos de nosotros mismos yo lo habría firmado", añadió Luis Enrique.

Momentos de precipitación

El técnico lamentó "el fallo en la salida de balón" que causó el empate. "Esto ocurre en el fútbol. Es un juego de errores, pero me gustó la actitud de no especular y así seguiremos. Saldremos a por la victoria contra Japón aunque nos valga el empate. Somos los líderes. La confianza está intacta. Creemos al máximo en lo que hacemos y cómo lo hacemos". 

El vestuario valoró el punto ante un duro rival. "Son Alemania, una de las favoritas para ganar el Mundial", dijo Morata, MVP del duelo. "Nos empataron en una jugada desafortunada. Ahora solo nos queda seguir y pensar en Japón. Tuvimos la misma idea de siempre, pero quizá nos precipitamos en algún momento", afirmó Alba.